Padecen frío y extorsión de policías; activistas organizan colecta
Viernes 3 de diciembre de 2010, p. 41
San Luis Río Colorado, Son., 2 de diciembre. Cientos de migrantes deportados, tanto mexicanos como centroamericanos, sufren las inclemencias del frío en esta ciudad fronteriza con Arizona y son víctimas de extorsiones de policías municipales y estatales.
La gran mayoría duerme en casas abandonadas, negocios que han quebrado por la crisis, contenedores y en plena calle. Otros se guarecen en las salas de espera de las líneas de autobuses foráneos, de donde a veces son sacados por el tumulto que provocan, según autoridades de Protección Civil.
Cada año, cientos de indocumentados pasan por esta ciudad con la intención de llegar a Estados Unidos, pero la Casa de Migrante sólo tiene 30 camas. Ahí se les da alimentos y comida una sola vez, comenta el sacerdote Lorenzo Sánchez Aguilar, encargado del refugio.
Otro apoyo que se brinda a aquellos que van en busca del llamado sueño americano, relata el párroco, es la elaboración de una carta para que quienes deseen regresar a sus hogares obtengan un descuento de 50 por ciento en el costo del pasaje de autobús.
No obstante, agrega Sánchez Aguilar, muchos se quedan en la frontera a la espera de una oportunidad de cruzar a Estados Unidos o a trabajar, pues no quieren regresar derrotados a sus lugares de origen.
Comerciantes de San Luis Río Colorado, entre ellos vendedores de birria, tacos y mariscos, narran que las extorsiones contra migrantes y deportados son cotidianas en la zona dentro de la ciudad.
Entrevistado en un puesto de birria ubicado a unos pasos de la aduana fronteriza, José Luis comenta: Hay muchos policías que sí se pasan. Basta que vean medio sucios a los que llegan o deportan para pedirles una identificación, pretexto que utilizan para quitarles sus pertenencias y dinero a plena luz del día. Lo peor es que muchos son centroamericanos que prefieren callar.
En Matamoros, Tamaulipas, activistas de esa localidad fronteriza organizarán los días 4 y 5 de diciembre la colecta denominada Arropando a los migrantes, para recaudar cobijas, chamarras, suéteres y ropa invernal que protejan del intenso frío a los deportados.
Es casi criminal ver cómo dejan a nuestros paisanos a mitad del puente (internacional), en camiseta y chanclas porque vienen de estados cálidos, aunque aquí estemos bajo cero
, se quejó Gildardo Soriano, dirigente de la Asociación Cívica Liberal de Tamaulipas.
Con información de Julia A. Le Duc, corresponsal