Opinión
Ver día anteriorViernes 3 de diciembre de 2010Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Sangre nueva, desencanto centenario
D

esigual es el adjetivo que por naturaleza le toca siempre a la película de episodios. De eso no se salva Revolución, el largometraje conformado por cortos dirigidos por, en orden alfabético, Mariana Chenillo, Fernando Eimbcke, Amar Escalante, Gael García Bernal, Rodrigo García, Diego Luna, Gerardo Naranjo, Rodrigo Pla, Patricia Riggen y Carlos Reygadas. Es decir, directores de aparición reciente que han llamado la atención con sus primeras realizaciones. La asociación es más bien generacional porque hay marcadas diferencias en el enfoque y la narrativa que cada uno ha usado para referirse, de manera oblicua, a la Revolución mexicana y sus consecuencias, cien años después.

En su primera mitad, la película coincide en ciertos elementos: todos transcurren en paisajes desérticos –montes pelones, el maguey y el cacto como única vegetación–, así como la presencia de una banda de pueblo o tambora. Cosa curiosa, siendo los cineastas de procedencia urbana. Otro hilo común entre varios de ellos es el choque de clases sociales, ciertamente uno de los fundamentos de la Revolución.

El corto que reúne esas características de manera elocuente sería Este es mi reino, de Reygadas, que podría considerarse un remake apocalíptico de Mecánica nacional. El planteamiento es sencillo: un grupo de clase media alta realiza una nutrida comida campestre en alguno de tantos pueblos aledaños al Distrito Federal. Conforme pasa el tiempo las buenas costumbres van degenerando a causa de la ebriedad creciente de los participantes, tanto los visitantes como la gente del pueblo.

Sin conocer las condiciones de producción, uno supone que se trata de un documental controlado sobre un auténtico convivio, con la manipulación de ciertos hechos como la paulatina destrucción de un coche. El director utiliza su ojo para captar lo grotesco y abunda en su fascinación/repulsión por el comportamiento de sus connacionales. En su trabajo más espontáneo a la fecha, Reygadas consigue captar el clima de caos inminente y violencia inexorable que amenaza con tragarse al México actual.

Igualmente referido a la violencia actual es R-100, de Naranjo. Un hombre carga a otro malherido y sangrante a lo largo de un paisaje inhóspito. Al llegar a una carretera desierta, el primero recurre a la agresión para salvar a quien podría ser su hermano, un amigo o un compañero. Con elementos mínimos y sin diálogos, Naranjo resume una visión desesperanzada de la realidad de los desposeídos, en un camino hacia ninguna parte.

En términos visuales el más llamativo es La 7th y Alvarado, de Rodrigo García, cuya premisa se sostiene en una sola idea: en un crucero de Los Ángeles, una tropa villista cabalga entre los transeúntes, quienes permanecen indiferentes. Filmado todo en cámara leeeeenta, el episodio expresa con contundencia visual cómo el significado de esa lucha armada se ha perdido y vuelto invisible entre mexicanos que han debido emigrar a otro país. Es el único corto, también, que utiliza la iconografía inconfundible del cine revolucionario –hombres con sombrerotes, cananas, montados a caballo–, aunque aquí cobra un sentido fantasmal.

Por su parte, Mariana Chenillo hace un acertado símil entre La tienda de raya y el que algunos establecimientos paguen a sus empleados con vales hoy día. Sin embargo, el peso de este corto es más emocional que político, al centrarse en una historia de amor incierto. Algo similar ocurre en Pacífico, de Diego Luna, que utiliza una crisis personal como pretexto para describir una especie de regreso a las raíces.

Algo digno de mención es que Revolución se haya estrenado en el Canal de las Estrellas en un horario adecuado. Al margen de los habituales vicios del cine por televisión abierta –los eternos cortes comerciales, la censura de groserías (como si no se escucharan en los noticiarios transmitidos a la misma hora), la eliminación de los créditos finales–, es el primer indicio de que las televisoras privadas se interesen en la difusión del cine de autor nacional. Sin haber obtenido un alto puntaje en el rating –una película con Cantinflas en el mismo horario consigue el doble de puntos, digamos–, se calcula que la transmisión fue vista por millón y medio de espectadores. Un número inalcanzable para la mayoría de los estrenos mexicanos. De hecho la posterior proyección en salas fue lo de menos. La película se podía ver también en YouTube, en Cable on Demand, y el devedé salió a la venta la semana pasada. Sin duda, lo más revolucionario de la película fue su forma de exhibición.

Revolución. D: Mariana Chenillo, Fernando Eimbcke, Amar Escalante, Gael García Bernal, Rodrigo García, Diego Luna, Gerardo Naranjo, Rodrigo Pla, Patricia Rigen, Carlos Reygadas/ G: Mariana Chenillo, Fernando Eimbcke, Amat Escalante, Mauricio Katz, Diego Luna, Gabriel Nuncio, Jorge y Patricia Riggen, Laura Santillo/ F. en C, ByN: Adriana Barraza, Andrea Borbolla, Alejandro Cantú, Lula Carvalho, Sean Coles, Gerónimo Denti, Amat Escalante, Pau Esteve, Pedro González Rubio, Sebastián Hoffman, Patrick Murguía, Gerardo Naranjo, Miguel López, Pablo Núñez, Jaime Romandía, Checco Varese, Emiliano Villanueva, Alexis Zabé/ M: Leo Heiblum, Eduardo Gamboa/ Ed: Agustín Banchero, Lucas Cilintano, Amat Escalante, Josh Morrisroe, Carlos Reygadas, Mariana Rodríguez/ Con: Mónica Bejarano, Ari Brickman, Carlos Barreto, Héctor Cortés, Ignacio Guadalupe/ P: Canana Films, Imcine, Mantarraya Producciones. México, 2010.