Madrid, 2 de diciembre. Hillary Clinton, a su llegada al Departamento de Estado, solicitó a la embajada de Estados Unidos en México que le informara sobre la situación del presidente de México, Felipe Calderón, y de algunos detalles sobre su actuación política y personal. En términos parecidos a como hizo con la gobernante de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, de quien pidió investigar su estado de salud mental, la diplomacia estadunidense se interesó en saber si hay amistad entre los miembros del gabinete o cómo reacciona el mandatario mexicano ante un punto de vista distinto al suyo.

En un documento archivado como secreto de Estado, número 238295 y revelado por el portal Wikileaks, se muestra la preocupación de Estados Unidos por la situación política en México. En el informe se advierte que los analistas de Washington dedican mucha atención a la figura del mandatario mexicano, por lo que piden un informe completo, sobre todo ante la evidencia de que “Calderón y su administración están bajo un gran estrés por la lucha contra la droga, el colapso económico, y la derrota de su partido en las elecciones legislativas.

Estamos interesados en conocer cómo estos hechos han afectado su personalidad y estilo de gobierno, dice el cable difundido por el portal del australiano Julian Assange y divulgado por el diario El País.

Se solicita a la embajada responder una serie de preguntas, entre ellas: ¿cómo reacciona el presidente Calderón ante un punto de vista diferente al suyo? (¿le gusta debatir con personas con las que no está de acuerdo?); ¿se rodea de personas que tienen diferentes puntos de vista o prefiere el sí, señor?

También quiere saber cómo relatarían el estilo de gobierno calderonista: ¿Más como un hombre de ideas o un simple gestor?, y ¿qué tipo de influencia genera en las personas que le rodean en su trabajo político? Solicitan una descripción de su personalidad; desde sus creencias, convicciones, comportamientos hasta lo que aprecia más en los demás y si entre esas virtudes están el triunfo, la lealtad y el respeto.

El Departamento de Estado requirió además un reporte sobre los objetivos de Calderón en aspectos de seguridad y economía durante su gestión y las sesiones con su gabinete. Pregunta por su visión de Estados Unidos y qué tan sólida es su colaboración con los emisarios estadunidenses.

Otros temas de interés para la administración del demócrata Barack Obama son las relaciones de Calderón con los miembros de su gabinete, así como la que hay entre ellos, si hay rivalidades o amistades. Asimismo indaga si el estrés afecta a su trabajo, sobre todo en materias como la seguridad y la economía.