Al conmemorar ayer el 150 aniversario de la expedición de la Ley sobre Libertad de Cultos, promulgada por Benito Juárez, el Gobierno del Distrito Federal, intelectuales, académicos, luchadores sociales y actores se pronunciaron por la defensa del Estado laico.

Seguimos viviendo bajo el acecho de quienes continúan añorando el poder perdido y desde la oscuridad y el oscurantismo buscan revivir entre las culpas y el odio los ayeres idos, señaló la consejera jurídica, Leticia Bonifaz.

A nombre de Marcelo Ebrard, jefe de Gobierno del DF, la consejera presidió la ceremonia, realizada en el Museo de la Ciudad de México, en la que recordó que Benito Juárez rompió con el monopolio de la Iglesia y su intromisión en los asuntos del Estado.

El investigador Lorenzo Córdova remarcó que la defensa de la laicidad es fundamental ya que la despenalización del aborto y la aprobación del matrimonio entre parejas del mismo sexo, nos han mostrado en tiempos recientes el rostro más iracundo e intolerante de la Iglesia católica, que ha convertido a sus verdades sobre el tema como el motivo de esta nueva cruzada que raya continuamente en la ilegalidad, como ha ocurrido con las amenazas francas, abiertas e impunes en contra de quien piensa distinto a ellos.

El actor y productor de cine y teatro Daniel Giménez Cacho advirtió que estas leyes que nos costaron tanto están y estarán amenazadas, pues hay algo en las religiones dominantes que es esencialmente opuesto al espíritu de la Ley sobre Libertad de Cultos y es la libertad a secas.

Roberto Blancarte, del Colegio de México, lamentó que muchos políticos mexicanos hablan sobre el Estado laico, pero muy pocos sepan defender al mismo tiempo esos dos elementos centrales que Juárez enfatizó: la independencia absoluta del poder civil y la libertad religiosa.

Consuelo Mejía, fundadora de Católicas por el Derecho a Decidir, afirmó que es necesario trabajar todos los días para que el Estado laico se mantenga ante el embate de la jerarquía católica que, argumentando una supuesta discriminación política, aboga por un concepto de libertad religiosa dirigido a devolverle privilegios.