Guadalajara, Jal., 4 de diciembre. Más que la presentación del libro Un poder indestructible, Ramón Vera Herrera y Hermann Bellinghausen hicieron un homenaje al historiador y activista estadunidense Howard Zinn, fallecido en enero pasado y autor de La otra historia de Estados Unidos, cuya visión ha servido no sólo a los ciudadanos de ese país a conocer datos alejados de la venia oficial, sino que en México también ha ayudado a comprender muchas de las motivaciones por las que el poderoso vecino ha tenido íntima relación con la historia mexicana.

“Los destinos de Estados Unidos (EU) y México de alguna manera están fatalmente unidos. Este libro, que no trata en realidad sobre México, sino sobre EU, es un americano disidente hablándole a los americanos, explicándoles cómo es su propio país. No puede evitar, por supuesto, hablar constantemente de México, porque es una vecindad muy poderosa e importante la migración mexicana hacia ese país”, dijo Bellinghausen.

Editado por La Jornada y traducido por Vera Herrera, el ejemplar ha tenido buena acogida virtud al interés de los visitantes de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara para formarse una idea certera acerca de la historia estadunidense y así completar el desbordado interés que la conmemoración de los centenarios en México ha causado en los lectores, como coinciden las editoriales, que afirman un crecimiento cercano a 40 por ciento en la venta de los libros de historia.

Bellinghausen explicó que el libro de Zinn fue escrito al calor de las guerras de Bush. Se trata de un paseo por la historia del pensamiento disidente de EU, una revisión de la historia de ese país que para los mexicanos es indispensable conocer.

Recordó que Zinn participó en las resistencias estadunidenses durante medio siglo, a pesar de que él mismo combatió por su país en la Segunda Guerra Mundial, y que por ello es una voz muy autorizada para hacer un juicio valorativo sobre la nación salvaje y brutal que se ha apoderado de territorios y países de forma delincuencial.

“Así lo ha hecho todo el tiempo y siempre tienen una razón superior: porque Dios les dijo, por salvar a la civilización o por evitar armas de destrucción masiva. Howard Zinn se atrevió a hacer cuestionamientos de los –tal vez– episodios menos cuestionables de EU; siempre ha dicho que fue una potencia avasalladora, que llegó al final de la Segunda Guerra Mundial a masacrar gente, que mató millones de personas que no tenían por qué morir en una guerra, sobre todo en Alemania, en Francia y otros lugares donde bombardearon a las tropas del eje. Pero un asunto que duele especialmente a Zinn es la bomba atómica: el colmo de la vergüenza que tiene Zinn con relación a EU y el mundo”, agregó.

Lugares comunes del pasado

Para Bellinghausen, la lección de Zinn, tal vez la final, es que algo se puede hacer; que confrontar los lugares comunes pesados de la historia, del nacionalismo, de la patria, es lo que nos hará libres y evitará recaer en lo que se ha hecho repetidamente: que ese país sea aparentemente tan poderoso, pero sobre todo tan letal, y al mismo tiempo tan frágil.

En su turno, Ramón Vera Herrera señaló que traducir el libro fue una experiencia enriquecedora pues le permitió regresar a fuentes fidedignas y comprometidas que se pensaría no pueden encontrarse en EU, y que sin embargo ahí están.

Zinn está en la tesitura de buscar hacer sentido junto con todos aquellos que también han estado indagando y resistiendo a lo largo de todos estos siglos en EU, y eso hace la diferencia, porque no está haciendo una historia desde el poder. Está intentando encontrar los episodios donde, como él dice, no se trata de ser triunfalista ni contar la historia de todos los fracasos, pero en cada episodio se ve la esperanza de gente que ha estado resistiendo. No hace ni nostalgia ni fatalismo, sino más bien busca lo nos sirve de la historia de antes para lo que sigue.

Consideró que lo que difundió recientemente la página electrónica Wikileaks sobre EU es importante, pero existe una enorme diferencia con un trabajo como el de Zinn, pues si uno no sistematiza lo que encuentra, no sirve. La sistematización de un trabajo de investigación como el de Zinn, que logra develar que una de las causas por las cuales invadieron era la avidez de territorio para sus plantaciones y esclavos negros.