Lunes 6 de diciembre de 2010, p. 30
En México alrededor de 67 por ciento de la población en edad de trabajar no contribuyen al sistema de pensiones y no cuentan con una cobertura adecuada de seguridad social, afirmó la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
El organismo internacional hizo un llamado a los gobiernos de México y América Latina para definir mecanismos de protección para la clase media, dado que quienes la conforman se siguen enfrentando a considerables problemas en términos de su poder adquisitivo, nivel de educación y estabilidad del empleo
.
De acuerdo con un análisis difundido por el organismo, hasta 2008 la población mexicana era mayoritariamente de clase media, con niveles de 53 por ciento, que representaban un fuerte contraste frente a la media latinoamericana de 46.7 por ciento, y menor a la media de los integrantes de la OCDE, de 66.4 por ciento. Ahora, sin embargo, los ingresos más bajos de los sectores medios están muy cerca de la línea de pobreza
, precisó.
Como parte de su informe Perspectivas económicas de América Latina 2011, elaborado por el Centro de Desarrollo de la OCDE, concluye que si bien la clase media en México y el continente crece y comienza a ser un motor para el progreso económico, continúa siendo económicamente vulnerable en comparación con los países de alto ingreso
, y tiene un largo camino que recorrer para estar al nivel de las clases medias de las economías más avanzadas.
Frente a esa situación la OCDE recomienda a los gobiernos latinoamericanos asegurar que los estratos medios no desciendan en la escala económica. La informalidad en el mercado laboral es muy elevada en este segmento de la población. Dado que el empleo informal está estrechamente relacionado con una baja cobertura de protección social, menos de la mitad de estos trabajadores pertenecientes a los estratos medios se benefician actualmente de una cobertura adecuada de seguridad social al momento de llegar a la vejez o al perder su empleo. En Chile, 39 por ciento de la población que se encuentra en los estratos medios no contribuye en el sistema de pensiones. Este número aumenta a 52 y 67 por ciento en Brasil y México, respectivamente, y a 95 por ciento en en Bolivia
, puntualizó.
El organismo internacional sugiere utilizar la educación como la manera más segura de elevar el nivel social y económico de las nuevas generaciones de jóvenes. Sin embargo, advierte que la capacidad de los sistemas educativos en América Latina para promover esta movilidad social ascendente es muy limitada en comparación con otros países, porque la calidad de la educación se encuentra ligada al contexto socioeconómico. Por ejemplo, dice, un latinoamericano cuyos padres son analfabetos tiene 10 veces más probabilidad de ser analfabeto que de terminar estudios universitarios. Afirma que en México, con un promedio de 7.7 años de educación, los sectores medios están más cerca de la media de los desfavorecidos (una diferencia de 2.8 años) que de los ricos (una diferencia de 4.4 años)
.
Para mitigar los riesgos de vulnerabilidad y favorecer la movilidad ascendente, señala el Centro de Desarrollo de la OCDE, se recomiendan a los gobiernos tres medidas: extender las redes de protección social para consolidar la posición de los estratos medios; promover la movilidad social ascendente mediante la educación, y fortalecer el contrato social mejorando la calidad de servicios públicos como la salud y la educación. Algunos instrumentos concretos que los gobiernos de la región deberían considerar para proteger a los más vulnerables dentro de los estratos medios son: la extensión de pensiones sociales, la afiliación obligatoria (o semiobligatoria) para trabajadores independientes profesionales, mayor flexibilidad con respecto a las contribuciones y retiros de fondos de pensiones, e incentivar el ahorro voluntario, por ejemplo, mediante cotizaciones compartidas
, planteó.