Cuando el chileno Hugo Droguett llegó como refuerzo a Cruz Azul, el número 11 en la camiseta, que corresponde a su función en la cancha, era de Alejandro Vela, pero el reto que significará ayudar a un equipo que hace 13 años no consigue un campeonato lo llevó a buscar la inspiración en el 33, la misma cifra de los mineros atrapados en la mina San José, del desierto de Atacama en Chile, quienes permanecieron 70 días bajo tierra.

A ver si me trae suerte, dijo el nuevo volante celeste. Lo eligió porque la historia de esos trabajadores es un ejemplo de querer vivir, para mí como chileno, y creo que para todo el mundo. Dieron una enseñanza porque ellos estaban como muertos.

Aseguró que eso lo inspira, porque dice que su juego también es un esfuerzo por no darse por vencido: Me gustaría mucho en algún momento hablar con alguno de los mineros, señaló Droguett durante el primer día de actividades con los Cementeros, luego del reciente tropiezo en su intento por conseguir un título de liga.

Los jugadores empiezan a trabajar para un nuevo torneo, para superar el sufrimiento, dijo el chileno, luego de quedar eliminados en cuartos de final del torneo anterior, pese a que La Máquina finalizó superlíder en la fase regular, con 39 puntos, a punto de romper su propio récord de unidades.

Droguett no se siente presionado, pero está consciente de lo que representa su llegada y un nuevo torneo para Cruz Azul. Sé lo que ha pasado, por eso, aunque conoce que en el club se exige demasiado a los foráneos, dice con calma:

Es normal, llego a una institución grande y como jugador extranjero se espera mucho de mí, pero estoy seguro de que llegué en el momento justo, a tratar de llenar ese vacío en la afición y en mis compañeros, quienes han sufrido porque no han podido conseguir un título.

Es complicado –agregó–, porque el equipo hizo méritos suficientes durante la campaña, pero en el futbol hay que jugar y mantener el paso. Es inútil que seas el primero o el segundo: si no concretas no sirve de nada.

Reconoció que él vivió con esa sensación de tener las manos vacías. Estuvo año y medio en Morelia y en ese tiempo no lograron el título: No conseguimos nada importante, ganamos una superliga, que es casi nada, llegamos a semifinales y tampoco: si no eres campeón no sirve.

En ese ánimo de recomponer al equipo, el director deportivo del club, Alberto Quintano, anunció la salida del argentino Maximiliano Biancucchi y de Joel Huiqui. Dijo que los ayudarán a colocarse antes de que empiece el torneo para que continúen con sus carreras.

No es que sean malos jugadores, sino que ya no entran en los planes del equipo de la próxima temporada, explicó.

Hasta el momento son los únicos cambios confirmados.

Quintano dijo que están interesados en Paulo da Silva y en el Maza Rodríguez, pero eso es entre lo que desea el equipo y lo que es pertinente pagar por un jugador.

En la lucha empresarial saben de las necesidades de Cruz Azul y entonces los clubes encarecen a los jugadores, por ahora esas son algunas de las opciones para nuestro equipo, por lo demás no quiso adelantar más nombres.

No empecemos a jugar a las adivinanzas porque después suben la información a Facebook, bromeó al final.