Zurich, 9 de diciembre. Luego de las duras críticas al organismo y a sus decisiones, el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, rompió el silencio y emprendió la contraofensiva. Admitió que entregar los mundiales de 2018 y 2022 al mismo tiempo fue un error.

“Eso no lo vuelvo a hacer. La doble concesión no la considero conveniente, dijo el suizo en una entrevista con Dpa.

Consideró ineludibles cambios en la organización que dirige, por lo que un grupo de trabajo tendrá la misión de abrillantar de nuevo la imagen de la FIFA, dañada en las recientes semanas por acusaciones de corrupción.

A partir de enero, un segundo grupo reanudará la tarea de analizar el juego y la competición, para que este deporte siga siendo atractivo: el problema de la tecnología, la regla de los tres puntos, la definición o no por penales y el tema de si el número de participantes en una ronda final es el adecuado, expuso el dirigente.

Debido a las acusaciones de corrupción a la FIFA, Blatter admitió haber recibido algunos golpes, pero ve incólume su presidencia en el organismo, pese a las duras críticas de las recientes semanas.

Nunca había tenido tanto respaldo de federaciones, clubes y jugadores como en estos días, afirmó, y agregó que fueron semanas turbulentas, pero con paciencia y firmeza al final todo sale bien.

En otro asunto, la FIFA considera una postergación en la próxima Copa del Mundo, que se realizaría en julio y no en junio, lo cual permitirá que los mejores futbolistas tener un descanso más prolongado después de la temporada en sus clubes.

Será uno de los temas clave que analizará en busca de cambios, luego de que varias estrellas, como el inglés Wayne Rooney, el portugués Cristiano Ronaldo y el marfileño Didier Drogba tuvieron actuaciones mediocres en el reciente Mundial de Sudáfrica 2010.