Sergio Maravilla Martínez tiene el 12 de marzo la defensa obligatoria del cetro medio del Consejo Mundial de Boxeo, contra el alemán Sebastian Zbilk, monarca interino de la misma división, pero no se cierra las puertas para enfrentar al filipino Manny Pacquiao, porque más allá de que la bolsa de esa pelea sería muy atractiva, a mí me mueve también el interés de ser el mejor libra por libra del momento.

De visita en esta ciudad para llevar un poco de alegría a las niñas y jóvenes del Centro Integral de Atención Tanatológica AC, de Coyoacán, el monarca argentino dijo que será en el palacio del boxeo, el Madison Square Garden, de Nueva York, donde deberá demostrar por qué es el mejor del orbe, para luego apurar a sus representantes que le consigan la contienda contra el filipino, en un peso pactado no menor a las 154 libras.

Y es que el púgil sudamericano no podría ir más abajo de ese acuerdo, pero de lograr convencer a la gente de Pacquiao, creo que sería una contienda muy atractiva, no sólo para los aficionados, sino para nosotros como peleadores, y más para mí, porque entre mis objetivos está ser el mejor de todos los tiempos, pero para lograrlo, naturalmente que me hace falta vencerlo, y si está de por medio el cinturón de diamante, qué mejor.

De guardia zurda, el boxeador se dejó consentir en el centro tanatológico, donde fue atendido por la directora, Margarita Bravo, la rehabilitadora Alma Rosa García y por las madres de las pacientes, quienes no pararon de tomarse fotografías y hacerle bromas al Maravilla, quien a su vez les contó que debieron pasar casi 17 años para ganar la pelea de campeonato, el tiempo que algunas de ustedes tienen cuidando a sus hijas.

Sergio Maravilla Martínez desea una contienda con Pacquiao pactada a no menos de 154 librasFoto Reuters

Tampoco descartó que en el futuro se cruzará en su camino Julio César Chávez hijo, quien tiene un excelente futuro de seguir como hasta ahora, pero si quiere mi título, deberá tratar de arrebatármelo, y mucho menos descartaría, aunque no en el futuro próximo, una contienda con Saúl Canelo Álvarez, ¡qué caray!, ese chico es una máquina, tiene un enorme potencial, como pocos en esta profesión, pero todavía no con los tamaños para buscar hoy el campeonato. Tal vez en unos meses más, siempre y cuando lo cuiden.

Sin dejar de sonreír, Martínez se mostró accesible para tomarse fotografías con las niñas, jóvenes y con las madres, y aprovechó para dejar una dedicatoria en la pared consagrada a esa función: Con todo el amor de mi corazón, les deseo lo mejor y siempre luchemos por una vida mejor. Por la victoria, por la vida, además de estampar su rúbrica.