El secretario de Economía, Bruno Ferrari, admitió que sí aumentará el precio de la tortilla, pero no en la magnitud que anunció este domingo la Unión Nacional de Industriales de Molinos y Tortillerías.

No podemos decir que esto (el aumento en el precio) no puede pasar o que no vaya a pasar, pero es muy diferente que hables de los 30 o 40, yo no sé exactamente cuál vaya a ser el monto de los centavos (que aumentará la tortilla) a que hablen de subir 50 por ciento una cosa de este tipo. Imagínense el impacto que puede tener eso en la mesa de los mexicanos, dijo. El funcionario destacó que desde 1999 el precio del producto no es fijado por el gobierno federal, y que sus fluctuaciones obedecen a la ley de la oferta y la demanda.

Explicó que en noviembre de este año el precio internacional del maíz registró su máximo histórico, lo que provocó una presión muy fuerte para los productores nacionales, pero sostuvo que de entonces a la fecha la cotización ha disminuido considerablemente, por lo que no se justifica un alza de la magnitud que plantea la industria de la tortilla.

Destacó que el precio promedio nacional de la tortilla se ubica en 9 pesos con 88 centavos, y aseguró que la producción nacional de maíz blanco alcanza para satisfacer las necesidades del mercado interno.

En una conferencia de prensa que empezó con dos horas de retraso debido a que Ferrari se reunió con miembros de organizaciones del sector con quienes apareció ante los medios (no estaba presente Lorenzo Mejía, quien este domingo anunció el alza) el procurador federal del Consumidor, Antonio Morales de la Peña, dijo que desde este lunes se reforzaron las acciones de vigilancia en expendios para impedir alzas injustificadas.

Advirtió que las multas para quienes incurran en dicha práctica oscilarán desde 500 a 2 millones de pesos.

Luego de la rueda de prensa, el presidente la Unión Nacional de Industriales de Molinos y Tortillerías, Lorenzo Mejía, acudió a las instalaciones de la Secretaría de Economía (SE) para anunciar que el organismo comenzó a negociar con la dependencia para que los industriales del sector accedan a programas de apoyo del gobierno federal como Mi tortilla y Promasa, por lo que de momento no aplicarán el aumento anunciado el domingo.

Estamos a favor de que se mantengan los precios de la tortilla al alcance de la ciudadanía; los principales interesados en no aumentar los costos somos los productores, porque ya no vamos a vender, estamos a punto de quiebra y se van a cerrar molinos y tortillerías si se mantiene esta escalada, manifestó.

Mejía añadió que en un primer encuentro con el subsecretario de la mediana empresa de la SE, Miguel Marón, se acordó la entrega para los próximos días de apoyos de dichos programas.

Advirtió que mantendrán su petición tanto hacia el titular del Ejecutivo como al Congreso de la Unión para que frenen el abuso excesivo (sic) del aumento en la tonelada de maíz.

Explicó que a principios de noviembre la tonelada del grano estaba en 3 mil 200 pesos, pero a finales de mes subió a 3 mil 700.

Pedimos al gobierno que se frenaran los aumentos porque pueden llegar a 4 mil pesos la tonelada, y se tendrían que ajustar los precios de la tortilla de acuerdo con los aumentos, destacó.

Anunció que el miércoles de la semana próxima se reunirán con el área de Economía encargada del programa Promasa, con objeto de analizar la manera en que puedan entrar al mismo todos los molinos a nivel nacional.

El acceso a los programas es muy selectivo porque los requisitos son muy cerrados. Algunos industriales ya son beneficiados por esos programas, pero sólo algunos. Nosotros pedimos que la SE haga un esfuerzo para que se den para todos los propietarios de molinos y tortillerías, destacó.