El músico y cantante de blues José Cruz reprobó los recortes presupuestales a la difusión y a la promoción cultural en el país, porque nuestra cultura, nuestras raíces, nuestros usos y costumbres están siendo rezagados y olvidados.

En entrevista después del concierto El azul del blues, que ofreció en la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM), el fundador del grupo Real de Catorce llamó a los políticos a que, “más allá de la grilla, tengan conciencia social para defender las raíces de nuestro país”.

José Cruz dijo que un ejemplo de lo anterior es la guerra contra el narcotráfico que emprendió el gobierno federal, la cual “sabemos que no tiene una finalidad, porque hay mucha corrupción de las instituciones, pero qué moral y ética respalda esa guerra si no hay resultados que nos beneficien, ya no en el sentido económico, sino cultural”.

Por ello, agregó, tanto él como músicos y artistas independientes no pueden mostrar sus trabajos en los estados que están sitiados por esta lucha contra el narcotráfico.

Resaltó que no hay nada peor que la ignorancia, pues genera división, desconexión con los estados y de la gente entre sí. Hizo un llamado a aquellos que dirigen las instituciones culturales y de asignaciones presupuestales para que la cultura llegue a todos.

El compositor criticó la falta de atención de las instancias culturales hacia los artistas de la sierra, de la Huasteca, los jaraneros y de todas aquellas regiones que son raíz, pues lo que nos permite tener alas son las raíces y ante el nulo apoyo, al artista independiente sólo le queda su ingenio y creatividad para abrirse espacios y dar a conocer su trabajo, porque generamos cultura, recreamos nuestra forma de vida en nuestras ciudades.

Recordó que antes del gobierno actual se tenían mayores espacios culturales, pero ahora gran parte están privatizados.

Señaló que el Festival Internacional Cervantino anteriormente abría sus espacios a las distintas manifestaciones de cultura (ahí se presentó en siete ocasiones con Real de Catorce), pero a raíz de que un grupo califica el trabajo de quienes se van a presentar en ese encuentro, ya comercializado y privatizado, se dio un duro golpe a los artistas independientes y al desarrollo de la cultura en México, pues hay una censura velada.