Morelia, Mich., 13 de diciembre. Este lunes, casi a las 17 horas, mientras unos 200 policías federales tomaban posiciones en tanquetas blindadas y camionetas tácticas a lo largo de la cabecera municipal de Apatzingán, comandos de hombres embozados y con vestimenta negra robaban las tiendas Coppel, Milano, Lupeiros y Henry’s, en pleno centro de la ciudad y huyeron sin dejar rastro.

Tres horas antes, en más ataques simultáneos perpetrados en las localidades de Nueva Italia y Ario de Rosales, grupos similares asaltaron cuatro sucursales bancarias de las que sustrajeron más de 2 millones de pesos. Al mismo tiempo, en Tacámbaro, otro grupo asaltó una joyería, una caja de ahorros y una gasolinería.

Los incidentes en Apatizingán paralizaron el comercio local y junto a los otros tensaron más el ambiente que vive la región hace ya seis días, con carreteras semidesiertas, bloqueos de caminos, casetas de cobro abandonadas y retenes militares y policiacos en puntos estratégicos.

En declaraciones a reporteros locales, militares y policías federales que encabezan los grupos especiales en la Tierra Caliente no descartaron que los asaltos fueran obra de La Familia Michoacana, por un comunicado de hace tres días en que la banda anunció un cambio de estrategia y el inicio de actividades equiparables a la guerrilla.

En la cabecera municipal de Apatinzgán desde la tarde circularon por todas las calles y avenidas de la zona urbana convoyes en su mayoría de policías federales que buscaban posiciones de ataque, y hacia las 19 horas, con las calles vacías y los comercios cerrados, unas 40 unidades iniciaron el patrullaje de la ciudad.

El alcalde, Genaro Guízar Valencia, dijo a La Jornada que los policías federales han violado muchachas y socavado los derechos humanos de los habitantes con cateos y detenciones ilegales, lo cual desató el terror entre la ciudadanía y dio lugar a que se presentaran 70 denuncias ante los visitadores de la Comisión Nacional de Derechos Humanos.

El perredista expresó que como alcalde respalda la lucha contra la delincuencia, pero no los abusos de la Policía Federal, y a su malestar se sumó el enojo existente entre mandos del Ejército y la Marina por el errado y atropellado proceder de los elementos, que mantienen el control gracias al apoyo de las fuerzas castrenses, según mencionaron fuentes de la 43 Zona Militar.

Entrada la noche del domingo, según se informó, los elementos federales que se enfrentaron durante cinco días a las fuerzas de La Familia empezaron a abandonar las comunidades de El Alcalde, El Guanajuatillo y Holanda, entre otras de las que fueron arrasadas en los choques en el Valle de Apatzingán.

Se confirmó este lunes que los pistoleros de La Familia se replegaron hacia la Sierra Madre del Sur, donde militares, marinos y policías recibieron la orden de no incursionar para no verse en desventaja, y vigilar los municipios críticos, entre ellos Morelia, para fincar posiciones estratégicas ante una posible contraofensiva.

Se informó que los 300 soldados trasladados el domingo a Michoacán no se dirigieron a Tierra Caliente, sino se distribuirán en la geografía michoacana.

Otros grupos de soldados y policías desplegados recibieron la orden de acuartelarse en la 43 Zona Militar y en el municipio de Uruapan, al suspenderse la búsqueda por tierra del capo Nazario Moreno González, El más loco, al parecer caído en los enfrentamientos, pero cuyo cadáver no fue localizado, y de cuya muerte incluso dudan algunas fuentes.

Empero –dijeron– el rastreo continuará con trabajo de inteligencia en agencias funerarias y domicilios de amigos, familiares y novias del jefe de La Familia por si se quiere organizar sus exequias.