El Instituto Federal Electoral (IFE) aprobó el presupuesto que ejercerá el año próximo: 10 mil 499 millones de pesos, de los cuales 7 mil 163.4 millones corresponden a gasto de operación y 3 mil 335.6 millones a prerrogativas partidistas. El consejero presidente, Leonardo Valdés, destacó la importancia de que el Congreso haya avalado en sus términos los requerimientos del órgano.

Expresó: Es una de las pocas ocasiones en que el monto solicitado no ha sido modificado por la Cámara de Diputados. Subrayó los esquemas de racionalidad y disciplina presupuestal que instrumentará el instituto, los cuales incluyen la cancelación de aumentos salariales para mandos medios y superiores.

El consejero Alfredo Figueroa comentó que el IFE está obligado a emplear con austeridad su gasto y, sobre todo, a cumplir con la rendición de cuentas.

Por otro lado, la discusión sobre el acatamiento de una sentencia del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación sobre un proceso de reseccionamiento de la cartografía electoral motivó que el consejero Marco Antonio Baños arremetiera contra los caprichitos de los magistrados, a quienes acusó de sólo atender la parte procesal que quieren.

Durante la sesión también se aprobaron las reformas al reglamento interior, con las cuales se concretó la desaparición del Comité Nacional de Supervisión y Evaluación de los Trabajos del Registro Federal de Electores para dar paso al nuevo esquema de grupos de trabajo que apoyen las tareas de la Comisión Nacional de Vigilancia.

Leonardo Valdés destacó que ya no era viable mantener los esquemas de vigilancia del padrón. Mantener el mismo esquema hubiera sido negar la realidad de los cambios registrados en este periodo y en la sociedad mexicana, enfatizó.