Manuel Corral, secretario ejecutivo de relaciones públicas e institucionales de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), discrepó de las afirmaciones del teólogo brasileño Leonardo Boff, en el sentido de que el papa Benedicto XVI no es la figura idónea para conducir a millones de fieles católicos, aunque coincidió en afirmar que la Iglesia está en crisis.

Explicó que cuando Joseph Ratzinger asumió el cargo de sumo pontífice, la Iglesia católica estaba respondiendo a situaciones anteriores que venía arrastrando porque, la verdad sea dicha, Juan Pablo II no afrontó a profundidad, debido a que en los últimos años de su vida estaba muy enfermo y la curia vaticana no le permitía introducir cambios en las estructuras.

Catalogó al actual Papa como hombre de muchas ideas, profundidad y un gran liderazgo que ha debido enfrentar situaciones difíciles que habían sido pospuestas.

El también vocero de la CEM expresó que a pesar de que la Iglesia se encuentra en crisis, está respondiendo a las urgencias y retos que se le presentan en el siglo XXI. Sin embargo, dijo, no es una tarea fácil, porque se trata de una estructura lenta, pesada, que no es fácil mover porque intervienen muchos elementos; sin embargo, confió en que se está perfilando un tiempo nuevo.

Respecto de la atención, que el Papa presta a Europa, referida por Boff, Manuel Corral consideró que es comprensible, porque se trata de una comunidad descristianizada que cada vez se está haciendo más musulmana y por ello es importante atenderla.

Hoy América Latina sigue siendo cristiana, que no nos extrañe que el Papa se enfoque en Europa, una sociedad de primer mundo con gran influencia en el planeta entero, sentenció.

Consideró, por último, que entre los muchos retos que hoy enfrenta la Iglesia, destacan acortar las distancias en el tema de la pobreza. Es fundamental hacerse presente en este tiempo en que los pobres aumentan, y estar del lado de los que más sufren.