Elementos de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO) analizaron ayer en el aeropuerto capitalino las imágenes captadas por las cámaras de rayos X, ubicadas en los puestos de revisión por donde pasaron los sobrecargos de Aeroméxico que lograron trasladar 140 kilogramos de cocaína escondidos en su equipaje y que fueron detectadas a su llegada a la terminal aérea de Madrid, la semana pasada.

Con la revisión, cuyos resultados se integrarán al peritaje de la averiguación previa, se fortalece la línea de investigación que prevé la complicidad de algunos elementos de seguridad de la empresa española Eulen, que desde hace ocho años tiene el contrato para vigilar la terminal aérea.

Elementos de esta corporación privada admitieron que un compañero adscrito al puesto de revisión con cámaras de rayos X el pasado lunes 6 de diciembre, fecha en que salió el vuelo 001 de Aeroméxico con destino a Madrid y en el cual viajaban los sobrecargos arrestados, no se ha presentado a trabajar.

No sabemos nada de él, dijo un joven, vestido con el uniforme de Eulen, mientras cubría con la mano el gafete de identificación.

La diligencia de los elementos de la subprocuraduría, adscrita a la Procuraduría General de la República, duró casi una hora, tiempo en que revisaron las imágenes captadas por las cámaras de rayos X ubicadas en el filtro K de la Terminal 2 del aeropuerto capitalino, destinado para el paso de tripulación y personal que labora en el recinto aeroportuario.

Se observó que los elementos de vigilancia ubicados en estos filtros reforzaron la revisión a pilotos y sobrecargos, en la cual abrieron el equipaje, situación que no ocurría con frecuencia antes de la detención de los sobrecargos de Aeroméxico en el aeropuerto de Madrid.

El personal de la PGR tomó fotos de las imágenes y del espacio por donde transitó la tripulación de Aeroméxico que fue detenida en Madrid, tras hallárseles el cargamento de la droga que iba en seis maletas con el logotipo de la aerolínea nacional.