Caracas, 16 de diciembre. El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, rechazó la injerencia de Estados Unidos y sus intentos de desestabilizar el país estimulando la contrarrevolución interna, después de que el Departamento de Estado lo acusó de justificar poderes autocráticos al socavar la voluntad del pueblo venezolano con su proyecto de ley habilitante.

Es el imperio, sus amenazas y agresiones permanentes, de las cuales tenemos que protegernos, apuntó el mandatario durante un acto para celebrar los 11 años de la Constitución bolivariana.

En ese contexto, defendió su solicitud a la Asamblea Nacional para obtener poderes especiales, entre otras iniciativas que consideró necesarias para solucionar cuestiones propias de la realidad del país sudamericano.

El gobernante fustigó las declaraciones del vocero del Departamento de Estado Philip Crowley, quien dijo que ésta es la cuarta vez que el presidente venezolano apela a ese recurso. Parece estar hallando formas nuevas y creativas para justificar la utilización de poderes autocráticos, pero, agregó, lo que está haciendo, creemos, es subvertir la voluntad de pueblo venezolano.

Chávez afirmó que es una mentira que esté atentando contra la voluntad popular, pues la ley habilitante está enfocada en la emergencia contra la peores lluvias en el país. No hay otra motivación, sostuvo, y añadió que Crowley repite el discurso de la ultraderecha de su país.

Destacó que también es importante la aprobación de una ley que controle el financiamiento externo, porque los saboteadores están recibiendo millones de dólares (de Estados Unidos) para subvertir, y eso no podemos permitirlo.

Se refería a una norma que se discute el Parlamento para impedir financiamiento extranjero a partidos y otros organismos políticos, como el que suele otorgar Washington a opositores.

El Parlamento venezolano se dispone a aprobar la ley habilitante y otras iniciativas sobre radio, televisión e Internet, una legislación de bancos que facilitaría la expropiación de esas instituciones, que además deberán entregar cierta utilidad para proyectos comunales y una ley de telecomunicaciones sobre el espectro radioeléctrico, que se define como propiedad del Estado, entre otras.

Por su parte, el encargado de la diplomacia estadunidense para América Latina, Arturo Valenzuela, se declaró satisfecho de que Venezuela y Colombia hayan superado sus relaciones tirantes, además de que dijo esperar que el Congreso de su país ratifique al nuevo embajador designado para Caracas, Larry Palmer, y así buscar un diálogo más fluido.

Sin embargo, el mandatario venezolano ya vetó a Palmer por declaraciones que hizo en el Senado, en el sentido de que en Venezuela había presencia de las guerrillas colombianas y que las fuerzas armadas tenían la moral baja y afrontaban la influencia cubana.

Hugo Chávez comentó que las revelaciones del portal digital Wikileaks dejan al descubierto los planes de Washington sobre el proceso de cambios en marcha. Tienen toda una operación contra nosotros, tratando de aislarnos, pero fracasaron y fracasarán, sentenció, y concluyó que una postura similar de injerencia y subversión es aplicada contra otros países de esa región de América Latina.

Sectores de la oposición están furiosos por el plan de Chávez de legislar por decreto durante un año y ante otros proyecto en discusión en la Asamblea Nacional. Esto, porque una nueva legislatura electa en septiembre pasado comenzará el próximo 5 de enero que hará más equilibrado ese poder con la entrada de opositores después de cinco años de ausencia.

Por último, el presidente dijo aquí que tiene una serie de 20 leyes para decretar con los poderes especiales que la oficialista Asamblea se apresta a aprobarle.

Ya tengo la primera batería de 20 leyes, dijo Chávez en un acto en las inmediaciones del aeropuerto que sirve a Caracas, y recordó que los poderes especiales serán utilizados para ir en ayuda de los damnificados por las lluvias.