En los próximos mundiales de futbol de jóvenes en situación de calle, los cuales reunirán a 64 países en París 2011 y 70 en México 2012, la representación nacional es la que por su amplia miseria contará con más jugadores para seleccionar: cerca de 6 mil 500 en el programa de Street Soccer.

Sin embargo, son nulos los espacios de práctica para los grupos vulnerables que intentan integrarse a la sociedad y no tienen respaldo de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte, cuyos dirigentes, desde la creación del organismo, han mencionado en sus discursos al deporte como arma principal contra las adicciones.

Para Daniel Copto, titular de Street Soccer México AC, la organización de la Homeless World Cup 2012 significa la oportunidad de que “muchos actores sociales, empresas, e inclusive oficinas gubernamentales, volteen a ver hacia los grupos vulnerables, hacia los jóvenes. Que tomen el fomento deportivo como una herramienta para lidiar con la violencia, con el consumo de drogas, con la problemática familiar.

El deporte es una excelente herramienta para que esas cosas no se disparen de esta manera, asentó Copto, quien encabeza un grupo de trabajo –ahora de 28 personas–, que con recursos que destina Telmex involucra en la práctica del Sreet Soccer a asociaciones de grupos vulnerables de los 32 estados de la República.

De entre los campeones del circuito de torneos han surgido los representantes para los mundiales denominados Homeless World Cup. Se integran en grupos de ocho jugadores, aunque el formato es de cuatro en la cancha.

La práctica del minifutbol se genera en la medida de las circunstancias, de la participación de las instituciones sociales y, aunque no se cuenta con espacios específicos, el juego se logra con canchas portátiles.

Sin embargo, al haber incrementado en México la cifra de involucrados en el programa desde que se inició Street Soccer México AC y a lo largo de los mundiales de Ciudad del Cabo 2006, Dinamarca 2007, Melbourne 2008, Italia 2009 y Río de Janeiro 2010, es más una realidad que un logro.

Habla de la gente en marginación que está aquí. Ya estamos destacando, llegando a ser los finalistas porque nuestro número de jugadores se incrementó. En Europa, por ejemplo, es común que lo trabajen asociaciones civiles. No tienen programas tan amplios como nosotros, pero aquí la pobreza es extrema, tenemos más pobres, comenta Copto.

“A lo mejor con el Mundial aquí lograremos, por un lado, desestigmatizar cómo se ve a los jóvenes en situación de calle. No es cierto que sean drogadictos y no sepan hacer nada; son chavos inteligentes en una situación desesperada, y en ésta, consumir drogas es uno de los recursos.

Pero lo hemos visto muchas veces y tienen mucha inteligencia, asegura Copto, un sicólogo que hace algunos años se encontró en Canadá con una organización similar y coincidió con otros interesados para desarrollarla en México.

Los muchachos que conocemos en la liga nos demuestran todos los días que tienen muchas habilidades en la vida. Necesitan oportunidades. Entonces con el torneo podemos atraer los ojos de empresas socialmente responsables y comenzar a generar espacios que beneficien a los chavos en situación vulnerable. A lo mejor son talleres o empleo o escuela, pero es comenzar a canalizar esa buena voluntad de quienes quieran sumarse a esta labor.