Narcotización relega atención en repunte de la delincuencia común
Sábado 18 de diciembre de 2010, p. 23
Integrantes del Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE) advirtieron que durante 2009 hubo un incremento en los delitos comunes, así como en la percepción de inseguridad de la ciudadanía, posiblemente asociado a la crisis económica
.
Sin embargo, denunciaron que la narcotización de la seguridad pública
y la atención que concentra la delincuencia organizada ha provocado que autoridades y medios de comunicación dejen en segundo plano dicho aumento en los delitos comunes.
Rodolfo Sarsfield, Juan Salgado y José Antonio Caballero presentaron ayer los resultados de la Encuesta de victimización y eficacia institucional (Envei) correspondiente a 2009, que revelan un repunte en los delitos del fuero común cometidos en el Estado de México y el Distrito Federal, y también de actividades que sin tener un fin económico atentan contra el tejido y la estabilidad social, tales como los pleitos entre vecinos y el vandalismo.
Desde mediados de 2008, cuando la crisis financiera comenzó a sentirse en México, se rompió
la relativa estabilidad en el índice de delitos totales que contabilizó el CIDE en sus encuestas anteriores correspondientes al periodo 2005- 2007, al grado de que el año pasado se detectó que en cuatro de cada diez hogares encuestados (39 de cien) al menos uno de sus integrantes fue víctima de un delito, precisó Rodolfo Sarsfield, director de la Envei.
Hubo también un aumento de delitos violentos ya que prácticamente se duplicó al pasar del 8 al 12 por ciento registrado entre 2005 y 2007 a 23 por ciento entre 2008 y 2009, mientras que la percepción sobre inseguridad aumentó entre 8 y 10 puntos porcentuales entre ambos periodos.
Al igual que Sarsfield, los directores de la división de estudios jurídicos y del programa de estudios de seguridad pública y Estado de derecho del CIDE, Juan Salgado y Juan Antonio Caballero, respectivamente, hicieron notar el crecimiento de la violencia social en las entidades analizadas.
Las riñas entre vecinos, por ejemplo, se elevaron más de un cien por ciento de 2005 a 2009, dijo Salgado, mientras que Caballero remarcó que la percepción de la ciudadanía sobre el desempeño de las policías y ministerios públicos locales se mantiene muy baja, en una calificación de cuatro puntos cuando el máximo es diez.
Sarsfield dijo que si bien los pleitos entre vecinos o el vandalismo no son delitos cuyo fin sea obtener un beneficio económico consideró que se dan porque entre la población existe una sensación de frustración
y no descartó que tal comportamiento se haya acentuado por la crisis económica.