Sin acuerdo aún, negociación para incrementar el mínimo
Indeseable
, que hubiera presiones inflacionarias: Lozano Alarcón
Sábado 18 de diciembre de 2010, p. 39
Sin acuerdos concluyó anoche la reunión para fijar el aumento al salario mínimo que regirá el año próximo, aunque las posiciones de representantes de trabajadores y de patrones se acercaron.
El sector empresarial ofrece 3.8 por ciento, mientras los dirigentes sindicales que participan en el consejo de la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos bajaron su petición de 10 a 4.5 por ciento, de acuerdo con declaraciones recabadas anoche.
Ante la falta de resultados, los representantes volverán a reunirse hoy con la previsión de concluir esta negociación de inmediato.
En la revisión de diciembre de 2009, el aumento salarial fue de 4.85 por ciento, mientras los incrementos en los contratos colectivos se ubicaron, en promedio, en 4.3 por ciento.
De prosperar el planteamiento de los empresarios, el incremento sería menor a dos pesos diarios.
El salario mínimo se fracciona en tres niveles, de acuerdo con el mismo número de zonas geográficas en que está dividido el país para este indicador.
La percepción vigente en 2010 se ubica en 57.46 pesos para las entidades clasificadas en la zona A, 55.84 en la B, y 54.47 pesos en la C.
Durante la mañana, Tomás Natividad Sánchez, representante del sector privado ante la Comisión, ratificó la postura de que el aumento se dé con la perspectiva de la inflación programada por el Banco de México para el próximo año –entre 3 y 3.1 por ciento–, rango que significa apenas un peso con 60 centavos diarios más.
Reactivar el mercado
Por su parte, José Luis Carazo, vocero del sector obrero, dijo que desde 1975 los trabajadores han perdido poder adquisitivo, por lo que es necesario ajustar los salarios con un porcentaje significativamente por encima de la inflación como vía para reactivar el mercado interno y conservar empleos.
En tanto, el secretario del Trabajo y Previsión Social, Javier Lozano, admitió que, hasta ayer, la negociación era difícil
y con posiciones divergentes. En ese contexto advirtió que no sería deseable tener presiones inflacionarias inesperadas e indebidas
que pudieran desatarse por el nivel de aumento al minisalario.
Su opinión fue cercana a la de la representación patronal; dijo que muy poca gente gana un salario mínimo
(3 por ciento de los trabajadores que cotizan en el IMSS); adicionalmente, en la negociación que realicen representantes de obreros y empresarios, agregó, es necesario atender diversos factores macroeconómicos porque el salario mínimo es un factor que impacta en múltiples operaciones y movimientos financieros.
Cuarenta y cinco por ciento de las 261 leyes federales en el país, es decir 118, hacen referencia al salario mínimo como factor de indexación para el pago de obligaciones diversas, administrativas y personales.
Lozano y Natividad afirmaron que el porcentaje de incremento al salario mínimo no es ni piso ni techo
en las revisiones contractuales, cuyo promedio en este año fue mayor al de la percepción mínima.