El Museo Nacional de San Carlos (MNSC) abrió una exposición de su colección de dibujos que acaba de ser investigada y catalogada gracias a la Ayuda Iberoamericana García-Viñolas, de 30 mil euros, que otorga de manera bienal la Fundación Mapfre.

Hace dos años, el museo presentó un proyecto calificado como ilusionante por el presidente del Instituto de Cultura de la Fundación Mapfre, Alberto Manzano Martos, el cual le mereció este apoyo financiero, cuyo origen es la generosidad del crítico de arte Augusto García-Viñolas, recién fallecido, quien les cedió su colección de dibujo, grabado y fotografía a cambio de que hiciéramos algo para contribuir en su nombre a la catalogación, por ejemplo, de la colección de dibujo; así nació la ayuda. También se hizo un catálogo que fue mostrado en video.

Este proyecto primordial, como lo llamó Fernanda Matos, titular del MNSC, había sido postergado hasta este momento. En 2007 se hizo un catálogo de escultura. El museo custodia el acervo europeo heredado de la antigua Academia de San Carlos, que fue enriquecido con aportaciones de benefactores privados e instituciones gubernamentales.

La colección de dibujo del MNSC consta de 108 piezas y se concibe en dos grupos, explicó Rebeca Kraselsky, jefa del departamento de curaduría e investigación. Un primer grupo de 41 dibujos, que perteneció a la colección de Alberto J. Pani, entró al acervo de la Escuela de Bellas Artes en 1926, y cuya primera catalogación fue el año siguiente. El resto de la obra ingresó entre 1927 y 1980, por cierto, de otro periodo y de otro tipo.

La especialista acotó: Básicamente hay obra del siglo XIX que es donada ; hay obra que es, incluso, adquirida por la propia escuela de Bellas Artes a principios del siglo XX, lo que conforma un ecléctico grupo de piezas, donde se reconocen autores relevantes, así como un muestrario interesante de técnicas, tipos de papel, artistas y temas.

Es probable que mucha gente ni siquiera sabía que el MNSC tiene una colección de dibujos, ya que ésta es una disciplina que ha sido muchas veces relegada porque, tal vez, es menos espectacular. Su percepción es mucho más cercana. Luego, el montaje, el diseño y el tiempo que los dibujos se exponen es muy diferente al resto de las piezas. Por eso, el dibujo tiene otro tipo de circulación y lo ha tenido históricamente, expresó Kraselsky.

Cabe mencionar que a partir de 1968, año en que se creó el museo, varios especialistas han realizado estudios en torno a su acervo. Por ejemplo, en 1975, con el auspicio de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, Pierre Rosenberg, entonces jefe del departamento de pintura del Museo del Louvre, realizó una investigación. Más recientemente, especialistas en la pintura del siglo XVII, como Alfonso Pérez Sánchez y Mathias Díaz Padrón, han dado opiniones sobre algunas piezas, anotó Alejandra Peña, subdirectora general de Patrimonio Artístico del Instituto Nacional de Bellas Artes.

Para Kraselsky los beneficios del actual estudio se resumen en importantes cambios de catalogación y sugerencias. Agrega que tener conocimientos sobre una pieza es saber lo que uno tiene, cómo cuidarla, restaurarla y vigilarla.

Colección de dibujos del MNSC, exposición de 35 piezas continuará hasta el 31 de enero en Puente de Alvarado 50, colonia Tabacalera.