El Ejército Mexicano tiene ubicados focos rojos en al menos 19 municipios de Tamaulipas y Nuevo León, considerados por las autoridades militares como de alta peligrosidad debido a que han detectado la presencia del mayor número de grupos de sicarios de Los Zetas y el cártel del Golfo, de acuerdo con informes castrenses entregados al Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen).

Nueve de esos municipios se localizan en Nuevo León y diez en Tamaulipas, donde soldados han reportado el mayor número de agresiones contra los convoyes castrenses, levantones, enfrentamientos entre los grupos criminales, así como ataques con granadas, extorsiones y robos.

Autoridades de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) que elaboraron el informe al Cisen –consultadas por La Jornada– revelaron que las fuerzas castrenses también han detectado retenes militares falsos, encabezados por miembros de la delincuencia organizada, en los que criminales utilizan uniformes y vehículos apócrifos para suplantar al personal militar.

El informe castrense precisa que los municipios más violentos en Nuevo León son Monterrey, Guadalupe, Los Herrera, Santa Catarina, Escobedo, Juárez, General Treviño, General Bravo y Cerralvo. En Tamaulipas se menciona a Reynosa, Nuevo Laredo, Ciudad Mier, Río Bravo, Miguel Alemán, Camargo, San Fernando, Ciudad Victoria, Jiménez y Valle Hermoso, como las localidades con mayor presencia de criminales.

Más de 128 agresiones

El Ejército Mexicano tiene documentado que de enero a octubre de 2010 se registraron unas 128 agresiones en contra de su personal, de las cuales 91 fueron reportadas precisamente en Nuevo León y Tamaulipas.

El mayor número de ataques de presuntos sicarios a soldados ocurre en Monterrey, Guadalupe y Los Herrera, en Nuevo León, mientras que en Tamaulipas se han reportado en Reynosa, Nuevo Laredo, Ciudad Mier, Río Bravo y Miguel Alemán.

Hasta septiembre pasado, la llamada guerra contra el narcotráfico ha dejado un saldo de más de 500 muertos en Nuevo León y 650 en Tamaulipas.

Según se desprende del informe de la Sedena al Cisen, en su mayoría los enfrentamientos registrados en ambas entidades obedecen a las disputas entre los sicarios de Los Zetas y los del cártel del Golfo.

Averiguaciones previas abiertas por la Procuraduría General de la República (PGR) refieren que la discordia entre ambas organizaciones criminales se recrudeció por la ejecución de Víctor Peña, El Cóncord 3, el 18 de enero de 2010, atribuida a Samuel Flores Borrego, El Metro 3. La víctima era hombre de El L 40, uno de los actuales líderes de Los Zetas, y el ejecutor por cuenta de Jorge Eduardo Costilla, El Coss, del cártel del Golfo. La respuesta de Los Zetas, al mando de Heriberto Lazcano Lazcano, fue repuntar el conflicto contra sus rivales del Golfo, grupo encabezado por Costilla Sánchez.