La Habana. Preocupado por las deserciones que afectan al beisbol cubano, una leyenda de la pelota acaba de lanzar la idea tan revolucionaria como polémica: permitir a sus jugadores contratarse en el extranjero. La propuesta de Víctor Meza, un popular jardinero central de la selección nacional, promete levantar olas en Cuba, un país que abolió hace medio siglo el deporte profesional por considerarlo una forma de explotación. Los peloteros en Cuba ganan unos 18 dólares mensuales.