Opinión
Ver día anteriorMartes 21 de diciembre de 2010Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Jazz

Puentes y especial navideño

E

n medio de la sobreoferta musical del siglo XXI, el jazz, lejos de ser la excepción (aunque con las proporciones bien guardadas), incrementa día con día sus perfiles, sus heraldos, sus conceptos, sus mestizajes, sus fusiones y sus grabaciones. En México aparecen uno tras otro los discos (ahora también virtuales, como El Fuego Interno, de Agustín Bernal, o Crepúsculo, de Freddy Marichal) y a este teclista no le alcanza el espacio para hablar de todos ellos.

No obstante, hay obras tan importantes que por sí solas se abren paso entre la multitud para hacerse presentes, a’i mero delante, a la hora de la selección. Simple, de Gabriel Puentes, es uno de estos casos.

Gabriel es un baterista chileno (Santiago, 1976) que llegó circunstancialmente a México a los 23 años y que, para fortuna nuestra y de nuestra música, decidió radicar desde entonces en estas tierras. En medio de los excelentes veinteañeros locales que pulsaban las baquetas a fin de siglo, el beat, la imaginación y la pasión de Puentes sobresalieron en automático. Esto, amén de la inteligencia (¿amén?) y del precoz y profundo background jazzístico que evidenciaba con sólo cruzar unas palabras.

Por fortuna, todo esto no lo desbarrancaba en afanes protagónicos y el recién llegado se dedicaba a tocar y a construir sus discursos, siempre más allá de las meras plataformas rítmicas. El jale fue primero con Sósimo Hernández y poco después aparecieron Agustín Bernal, Cristóbal López, Eugenio Toussaint, Francisco Lelo de Larrea, Aarón Cruz, Mark Aanderud y otros muchos etcéteras que por igual avalaban y disfrutaban la musicalidad del joven maestro.

Después de 11 años de ir y venir por el país fortaleciendo, sementando, las propuestas de otras personas, Gabriel Puentes decidió grabar su primer disco como líder, Simple, y para ello invitó a Chris Lightcap (contrabajo) y Leo Genovese (piano), ambos con su propio proyecto, ambos protagonistas de la escena neoyorquina, pero el primero oriundo de Pennsylvania y el segundo (con una mano izquierda privilegiada) de Argentina. El resultado: un disco fuera de serie.

En realidad, Simple es un título que poco o nada tiene que ver con el contenido, pues se trata de una obra generosa en detalles, en texturas, en información, llena de color, de clásicos revisitados y vueltos a armar (como todo buen jazz). Es un disco largo, de más de una hora, que se va como vino tinto. Empieza con el Blues connotation, de Ornette Coleman, y cierra con la misma pieza, aunque con diferentes enfoques, por supuesto, obteniendo una suerte de coherencia circular, espiral, de bondadoso ritual pagano.

En medio, aparecen temas de Thelonious Monk, Wayne Shorter, Sam Rivers y el propio Puentes, enlazados por breves escarceos de improvisación colectiva, por ocho pequeñas piezas firmadas por el trío, bajo la consigna de engarzar, de conectar cada uno de los temas centrales; aunque en los hechos, estos ocho conectores resultan tan importantes como las piezas estelares del compacto, o más aún, si consideramos su poder de abstracción y el hecho de que bajista y pianista se habían conocido apenas un día antes de la grabación.

El último escarceo, Me retiro, indignado, es un pasaje efectista, paisajista, que de un vuelo da pie al regreso del Blues connotation, y el contraste es tal, que uno brinca y se divierte, y da las gracias de volver a aterrizar en la realidad de la Tierra, con los pelos de punta y el corazón agitado, como sucede cuando un disco es más redondo de lo que uno se podía haber imaginado.

Alain Derbez, a quien mandamos un fuerte abrazo –por su nuevo libro, por su añejo espíritu y por el dolor que se agazapa hoy en la ausencia–, repite este año su programa especial de Navidad en Radio Educación, y bajo la consigna de Feliz Navijazz, transmitirá 24 horas consecutivas de jazz nacional, de jazz mexicano, de esa música que todavía algunos despistados no pueden ver (y menos escuchar).

A partir de las cero horas del 24 de diciembre, y hasta las 23:59 del sábado 25 habrá un día completo de jazz desde México y de México, según palabras del productor y conductor, quien transmitirá en vivo de las 16 a las 20 horas. La cita es en el 1060 de AM, o bien en www.radioeducacion.edu.mx, para quienes anden en alguna otra parte del planeta y tengan señal de Internet. Salud.