En México, cuando menos 100 niños al mes caen en redes de explotación sexual, con la agravante de que la edad de los menores que participan en material pornográfico ha bajado a 0 y cuatro años, según el Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública de la Cámara de Diputados.

Destaca que a escala mundial, 92.3 por ciento de las víctimas de dicho delito son mujeres, sobre todo de origen centro y sudamericano, cuyo promedio de edad es de 16 años y su escolaridad no rebasa la secundaria. El reporte, que hace un recuento de las iniciativas presentadas en esta legislatura contra la trata de personas, señala que en 67 por ciento de los casos hay algún tipo de relación consanguínea o de amistad entre la víctima y el responsable. Los delincuentes son todos mexicanos y mayoritariamente varones (78 por ciento); su edad promedio es de 34 años y su escolaridad de 5.6.

Advierte que la dificultad en identificar y perseguir este delito complica la obtención de datos precisos tanto en México como en otros países. No obstante, organismos internacionales estiman que en 2005 había 12.5 millones de personas en el mundo que eran obligadas a realizar trabajos contra su voluntad, la mayoría en Asia, con cerca de 9.4 millones, seguida de América Latina, con 1.3.

Asimismo, destaca que Alrededor de 1.2 millones de niños en el orbe son víctimas de tráfico, y la mitad de las ganancias por este delito –estimado en 32 billones de dólares anuales– se origina en naciones industrializadas.

Según el informe sobre tráfico de personas del Departamento de Estado de Estados Unidos, en 2009 se realizaron 5 mil 606 averiguaciones previas en el mundo, de las cuales 432 fueron relacionadas con trabajo forzado. En ese mismo año –destaca– hubo 4 mil 116 condenas, de las cuales 335 tenían que ver con trabajo forzado.

Las cifras indican que por cada 800 víctimas de tráfico, sólo un culpable es condenado.

En el caso de México, la Fiscalía Especial para los Delitos de Violencia contra las Mujeres y Trata de Personas reportó en 2009 un total de 271 averiguaciones previas por explotación sexual y laboral, de las cuales, 90 por ciento eran mujeres –la mitad menores de edad, y de éstas, dos terceras partes extranjeras.