Aplaude el Centro Pro que la CIDH admitiera el caso a revisión
Miércoles 22 de diciembre de 2010, p. 12
La matanza de Acteal, que hoy cumple su 13 aniversario, demuestra la escasa confiabilidad en la justicia, con la liberación de los actores materiales y la no aprehensión de los intelectuales, lo cual refuerza la impunidad que prevalece en el país, señalaron defensores de las garantías básicas.
Luis Arriaga, director del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, celebró que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) haya admitido el caso a revisión y avale como prueba los testimonios de los sobrevivientes y los familiares de las víctimas de la masacre, en la que 45 personas perdieron la vida a manos de paramilitares el 22 de diciembre de 1997.
Sin embargo, calificó de lamentable que ante la falta de justicia pronta y expedita en México se haya tenido que recurrir de nuevo ante la CIDH.
Aunque la CIDH señala que en este caso no se han agotado los recursos internos, sí dice que han sido ineficaces para obtener justicia y habla de dos averiguaciones previas en las cuales se establece que sigue siendo investigada la posible responsabilidad material e intelectual de personas contra las que no se ha ejercido acción penal
, afirmó.
Aunque a 13 años de lo ocurrido las diligencias penales vayan muy retrasadas, e incluso algunas personas que ya estaban presas hayan sido puestas en libertad por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, es importante que la CIDH haya admitido el caso a revisión, porque así se obligaría al Estado a rendir cuentas ante instancias extranjeras, añadió.
Por su parte, Pablo Romo, coordinador del área de investigación y análisis de la organización civil Servicios y Asesoría para la Paz, lamentó que en 2009 y 2010 hayan sido liberados los autores materiales de la masacre y que los intelectuales nunca hayan sido tocados, lo cual refuerza la impunidad del Ejército y la clase política.
Cuando hablamos de Acteal hablamos de una catástrofe en la procuración de justicia. Este gobierno sigue en el encubrimiento de lo que ocurrió, es cómplice y no tiene la fuerza política para investigar real y profundamente. Por eso es indispensable seguir manteniendo viva la llama de la búsqueda de justicia, para que masacres como ésta sean atendidas y resueltas
, aseveró.