En los pasados tres años se consumaron más de 10 mil 600 extorsiones telefónicas; sin embargo, en el mismo periodo, la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) sólo ha iniciado 368 averiguaciones previas con 616 personas consignadas, según las propias cifras de la dependencia.

Lo anterior, explicaron autoridades de la procuraduría capitalina y del Consejo Ciudadano de Seguridad Pública y Procuración de Justicia del Distrito Federal, debido a que este delito sólo se persigue si hay denuncia.

En total, en ese lapso el consejo ciudadano ha recibido 351 mil reportes relacionados con extorsiones telefónicas, de éstos casi 46 mil se realizaron por medio de mensajes de texto, vía teléfono celular. De hecho esta es la principal modalidad utilizada, por encima de las llamadas amenazantes sobre el supuesto secuestro de un familiar o de un pariente venido del extranjero detenido antes de cruzar el país.

En los mensajes de texto generalmente se utiliza el argumento de que la eventual víctima ha ganado un premio, un auto o dinero en efectivo, y para poder acceder a éste se le solicita que se comunique a un teléfono, también móvil, el cual, para generar confianza, afirman que es de la Secretaría de Gobernación. Cuando el afectado realiza la llamada, por le regular se le pide que deposite tiempo aire a diversos teléfonos celulares para poder cobrar el premio.

Con los reportes que recibe, el consejo ciudadano realiza una base datos con los números de los que proviene el intento de extorsión, la cual entrega a la PGJDF; sin embargo, señalaron las fuentes consultadas, la mayoría no son investigados, pues en general no se concreta la extorsión, es decir, no hay delito y cuando el ilícito se concreta muchos de los afectados no presentan la denuncia.

Además, agregaron, una de las dificultades para investigar este delito es que una buena cantidad de los intentos de extorsión telefónica se realizan desde diversos estados del país, aunado a que muchos de los aparatos, cuyos números empiezan con 044, no necesariamente se encuentran en la ciudad, sino que pueden estar en diversos municipios del estado de México, e incluso Morelos.

Al respecto, la Fiscalía Antisecuestros de la PGJDF señaló que es fundamental que la víctima presente la denuncia respectiva, la cual deberá ser ratificada y poner a disposición del Ministerio Publico todos los datos conducentes para acreditar el cuerpo del delito.