Enclavada en la colonia Morelos, La Chocolatera, como se conoce a la unidad habitacional localizada en el número 105 de Ferrocarril de Cintura, creó el centro comunitario José María Morelos y Pavón. En el desarrollo de interés social, por medio del Programa de Mejoramiento Barrial, se busca reconstruir el tejido social de una de las zonas más conflictivas del Distrito Federal.

El predio que ocupó la famosa fábrica de chocolates La Azteca alberga a más de 800 familias que desde hace tres años habitan los siete edificios que conforman el conjunto.

En su interior aún se ven las crujías donde se almacenaban los dulces de cacao, construcciones que a decir de sus nuevos ocupantes son más resistentes que los edificios nuevos, pues en los temblores recientes algunos departamentos se han fisurado, mientras que la vieja estructura, que fue adecuada para vivienda y que mantiene la fachada original, aún resiste.

Meses atrás la comunidad de La Chocolatera empezó a desarrollar un foro barrial en lo que era un pequeño espacio de área común. El sitio se transformó en lugar público, recreativo y cívico, donde pueden hacer ejercicio o desarrollar alguna actividad cultural.

Ante la convergencia de varias personas se agregó un comedor comunitario, pues los vecinos adecuaron un aula, la cual se remodeló y quedó convertida en una cocina donde diariamente se ofrecen alimentos a más de un centenar de personas.

Con el tiempo los residentes plantearon otro proyecto: un salón de usos múltiples, que ayer fue inaugurado por el titular de la Secretaría de Desarrollo Social, Martí Batres Guadarrama. El espacio recibió el nombre de José María Morelos y Pavón, porque el 22 de diciembre se conmemora el aniversario luctuoso del generalísimo.

El funcionario explicó que lo que se busca es elevar la calidad de vida de los habitantes de la unidad, por ello, mediante los programas de mejoramiento barrial se destinaron 2 millones 400 mil pesos.

Con la inauguración del centro comunitario, la dependencia capitalina cierra el Bicentenario Social.