Sistema de altas presiones empuja el aire polar hacia Europa, explican especialistas
Debido al deshielo del casquete glaciar ártico los rayos solares no son reflejados y elevan más la temperatura de la superficie de la Tierra; sin recubrimiento, un flujo caldeado sube a la atmósfera, indican
Jueves 23 de diciembre de 2010, p. 2
París, 22 de diciembre. Aunque pueda parecer extraño, los crudos inviernos que azotan Europa desde hace 10 años están relacionados, en gran parte, con el calentamiento climático, según un estudio publicado en el Journal de Recherche Geophysique.
A primera vista, el frío glacial que se vive actualmente en Europa parece poco compatible con el alza media de las temperaturas prevista antes de fin de siglo y que podría alcanzar los 5 o 6 grados.
A los escépticos que alegan que el cambio climático no existe porque los inviernos son cada vez más fríos, varios científicos responden que estas olas gélidas son un enfriamiento temporal, parte de un calentamiento global.
Un nuevo estudio va, sin embargo, más lejos y muestra que el alza del termómetro es precisamente el origen de estos inviernos nevados y muy fríos.
La causa sería el deshielo del casquete glaciar ártico. El calentamiento, dos o tres veces superior a la media, provocó que se redujera 20 por ciento en los pasados 30 años. Podría incluso desaparecer totalmente durante los meses de verano antes de fin de siglo.
Los rayos de Sol, que ya no son reflejados por el hielo, calientan más la superficie de la Tierra en la zona.
Un mar sin hielo y todo el sistema de presiones se ve afectado.
Pongamos que el océano esté a cero grados
, explicó Stefan Rahmstorf, especialista del clima en el prestigioso Instituto Potsdam (Alemania) en la investigación sobre el impacto climático.
El océano está mucho más caliente que el aire ambiente de esa zona polar en invierno. Hay entonces un flujo caliente que sube hacia la atmósfera, que normalmente no está cuando todo está recubierto de hielo. Es un fenómeno extraordinario
, añadió el experto.
El resultado, según un estudio publicado a principios de mes en el Journal, de Recherche Geophsique, es un sistema de altas presiones que empuja al aire polar en sentido contrario de las agujas del reloj, hacia Europa.
Estas anomalías podrían triplicar la probabilidad de tener inviernos extremos en Europa y en el norte de Asia
, explicó el físico Vladimir Poetujov, quien dirigió el estudio.
Otras explicaciones para estos inviernos atípicos, como una baja de la actividad solar o los cambios en las corrientes del Golfo de México, tienden a exagerar los efectos
, agregó el físico Vladimir Petujov.
También destaca que en el invierno glacial de 2005-2006, cuando las temperaturas bajaron de 10 grados respecto de las habituales en Siberia, no se constató ninguna anomalía en la oscilación noratlántica, fenómeno meteorológico sugerido a veces como posible explicación de estos crudos inviernos.
Los científicos señalaron que estos inviernos tan fríos en Europa no reflejan la tendencia global constatada en el conjunto del planeta, donde 2010 debería ser uno de los tres años más calientes de la historia.
“Cuando miro por mi ventana, veo 30 centímetros de nieve y el termómetro marca –14 grados”, dijo Rahmstorf por teléfono desde Potsdam. Agregó: Al mismo tiempo en Groenlandia estamos por encima de cero en diciembre
.