En el contexto del Proyecto de Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación Evitada Plus (REDD+), el gobernador de Chiapas, Juan Sabines Guerrero, y las comunidades de la selva Lacandona suscribieron el pacto por el respeto y la conservación de esa área, por medio del cual, estas últimas recibirán un pago por preservar la zona.

Con este acuerdo, Sabines dijo que su gobierno da el primer paso para que lacandones y tzeltales, poseedores de la reserva, sean los primeros beneficiarios por conservar la selva, tras recordar que en ninguna parte de México se paga por preservar bosques y suelos.

Durante la firma del pacto, realizada en la comunidad de San Javier, municipio de Ocosingo, el mandatario ratificó su compromiso para continuar con el trabajo de conservación y puntualizó que a partir de ahora, se pagará mensualmente por esa labor, medida que se presentará al Congreso del estado como iniciativa de ley.

También resaltó que la Lacandona es el pulmón más importante de todo Centroamérica y América del Norte; es nuestro gran pulmón que tenemos, por eso, quise venir personalmente a proponerles un pacto, por la madre tierra, por la conservación, donde ustedes se van a comprometer a cuidar las reservas, que nadie se meta, a cuidar que nadie quite los árboles, a cuidar que nadie se meta a cazar, la van a cuidar para todo el planeta, para todo Chiapas, para todo México, para toda la humanidad la van a cuidar, dijo a los comuneros presentes.

El jefe del Ejecutivo estatal puntualizó que el Pacto por el Respeto y Conservación de la Selva Lacandona no cancela los proyectos productivos que se quieran realizar afuera de la reserva, como los de cultivo de palma. Pero enfatizó que deben ser fuera de la zona protegida, pues dentro no se permitirá nada.

En Chiapas existen un millón 300 mil hectáreas consideradas reservas naturales, de las cuales, casi 50 por ciento (614 mil) están en la Lacandona, razón por la cual es necesario que las comunidades participen y tomen medidas de conservación, sin que ello implique cancelar proyectos productivos fuera de la reserva.

La secretaria de Medio Ambiente e Historia Natural del Estado, Lourdes López Moreno, señaló a los representantes de las comunidades de los lacandones y los tzeltales, que al suscribir al acuerdo adquirieron compromisos específicos: vigilar de manera responsable que nadie ocupe estas tierras; no permitir la deforestación, la degradación del suelo o sustitución de cultivos; cuidar de la flora y fauna, mantener una sana convivencia y rechazar la violencia en beneficio de la paz entre los pueblos y de la madre tierra.

Por su lado, David Sansores, presidente de los bienes comunales de la zona lacandona, explicó que el gobierno estatal se compromete a que fuera de la reserva se promoverán proyectos de agricultura sustentable, reconversión productiva con frutales, agroindustrias, centros ecoturísticos de participación comunitaria y obras de salud y educación que beneficien a los habitantes de la región.

Además del pago por conservar la selva Lacandona, el gobierno estatal pagará a los comuneros un peso por cada peso que brinde la administración pública federal u organismos internacionales para la conservación de recursos naturales.