Ante la ausencia de una política de Estado que rescate al campo nacional y promueva un nuevo modelo de producción agrícola, “no sólo enfrentamos un inminente tortillazo en enero próximo, lo que propiciará un alza generalizada en alimentos, existe la posibilidad de una hambruna generada por la especulación del maíz”, alertó Luciano Concheiro, investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y catedrático del Departamento de Desarrollo Rural.

Al hacer un balance de las condiciones que enfrentó el agro en 2010, señaló que aún padecemos las consecuencias de no tener políticas públicas para el sector, pues tan sólo en materia presupuestal se generó una enorme concentración de los recursos destinados este año al campo, pues 80 por ciento de los fondos públicos se destinaron a tan sólo 20 por ciento de los productores.

La consecuencia, afirmó, fue el crecimiento de la desigualdad en el campo mexicano y que la polarización social sea uno de los principios que acabaron por imponerse, es decir, tenemos más pobres y más división de las tierras de cultivo entre las familias campesinas, a fin de mantener una estructura mínima de subsistencia.

Por ello, alertó que la agricultura a pequeña escala sufre los estragos de la falta de políticas gubernamentales que fomente la producción agrícola. Es un escenario donde observamos que se acumulan largas crisis económicas, las cuales se recrudecen producto de la especulación a nivel mundial en el precio de los alimentos, a lo que se suma la presión para destinar tierras de cultivo a la generación de agrocombustibles.

Es en estas condiciones, indicó, que empezamos a vivir una amenaza de incremento en el costo de los alimentos por un control fallido de los precios. Y de nueva cuenta nos vamos a enfrentar, en los primeros días de enero, a un aumento considerable de la tortilla y de los productos alimenticios de primera necesidad, porque sube la tortilla y en automático se eleva el costo de otros productos.

Concheiro, especialista en desarrollo rural, afirmó que en términos de la producción alimentaria estaremos frente al riesgo de una hambruna generada por la especulación, pues el gobierno federal ha permitido que el maíz se venda al mejor postor, y esto permite la subida de precios.

Explicó que los productores son “cada vez más golpeados por las crisis económicas y las reservas de los nixtamaleros y las grandes tortillerías ubicadas en el centro del país, han sido también muy golpeadas y no hay muchas posibilidades para que en un futuro puedan mantener el precio.

En 2011 tendremos una economía campesina debilitada, con procesos especulativos que han avanzado de diversas formas, pues se ha permitido que los grandes monopolios controlen la producción de granos básicos.

No obstante, indicó que uno de los efectos nocivos de mayor impacto para millones de familias mexicanas que ya enfrentan condiciones de pobreza alimentaria en este inicio de 2011, será el incremento en el precio de la tortilla, pues generará un duro golpe a la economía campesina.