Enfurecidos pasajeros celebraron la Nochebuena en aeropuertos
Domingo 26 de diciembre de 2010, p. 24
París, 25 de diciembre. Cientos de viajeros atrapados por el mal clima pasaron la Navidad haciendo fila para tomar vuelos en varios aeropuertos de Europa, luego de dormir en camas improvisadas ante la imposibilidad de viajar por las duras nevadas en París y Bruselas.
Los vuelos estaban volviendo a la normalidad en París este sábado, gracias a la llegada del líquido anticongelante que permite la partida de los aviones.
Pero el caos dejó a muchas personas enfurecidas por las reiteradas interrupciones debido al mal tiempo este fin de mes, que alteraron los viajes del término de año de centenares de miles.
Los viajeros en Roissy estaban aliviados porque finalmente estaban abordando los aviones, aunque muchos de ellos se perdieron las cenas navideñas en sus destinos originales.
Los aeropuertos funcionaban con normalidad en Reino Unido, Bélgica y Alemania, aunque había cancelaciones en Francfort y Zurich. Cientos de personas durmieron en las terminales de París y Bruselas el viernes por la noche.
En Roissy Charles de Gaulle, el personal de tierra repartió hoy café y pastelitos para el desayuno, y el secretario de Transporte, Thierry Mariani, dijo que estudiará los motivos que llevaron a la escasez de líquido anticongelante.
Al menos 300 personas durmieron en camas plegables en Roissy el pasado viernes tras la cancelación de unos 400 vuelos.
Unos cuantos pasajeros llevaron champaña que bebieron en vasos de plástico e improvisaron allí la cena de Nochebuena con salmón ahumado, ensalada, paté y queso, mientras un Santa Clos repartía caramelos, juguetes y muñecas a los niños.
El gobierno francés ha recibido críticas por no poder hacer frente a una repentina nevada este mes que dejó a miles de automovilistas atrapados en sus vehículos por la noche en las cercanías de París, y por una escasez de líquido anticongelante en los aeropuertos.
En el Reino Unido, la nieve retrasó los desplazamientos de decenas de miles de pasajeros esta semana. Pese a las bajas temperaturas de hasta menos 18 grados centígrados en partes de Escocia e Inglaterra, este sábado no nevaba.