Cultura
Ver día anteriorLunes 27 de diciembre de 2010Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

La colección discográfica surge de un acervo de 217 cintas magnéticas halladas en 2007

Callas, Pavarotti y Domingo, en las memorias sonoras de Bellas Artes

Es de inapreciable valor artístico e histórico, dice José Octavio Sosa, coordinador del proyecto

La serie se dio a conocer el mes pasado, con un homenaje a la soprano Guillermina Higareda

Foto
Existen grabaciones de las tres temporadas que hizo María Callas en México, entre 1950 y 1952Foto Archivo
Foto
Luciano Pavarotti debutó en el país en 1969Foto Archivo
 
Periódico La Jornada
Lunes 27 de diciembre de 2010, p. 6

Las tres temporadas en que la soprano María Callas actuó en México entre 1950 y 1952; el esplendoroso debut en el país de Luciano Pavarotti, en 1969, con La Bohème; la época inicial de Plácido Domingo, cuando interpretaba papeles secundarios, a principios de la década de 1960, y todas las grandes figuras de la ópera mexicana de los años 40 a finales de los 70 del siglo pasado, son algunas de las joyas que integra la colección Memorias sonoras del Palacio de Bellas Artes, con un total de 864 grabaciones en cinta de carrete abierto tomadas en directo de conciertos sinfónicos, conferencias, recitales, funciones de danza, pero sobre todo de ópera, efectuados en el máximo recinto cultural del país, entre 1943 y finales de la década de 1970.

De acuerdo con el investigador José Octavio Sosa Manterola, quien desde septiembre de 2009 coordina el proyecto, se trata de un acervo de inapreciable valor histórico y artístico, un tesoro que jamás pensé que existiera.

Esta colección tuvo su origen en 2007, cuando fueron halladas 217 cintas magnéticas en el almacén del Palacio de Bellas Artes.

Ese mismo año, el acervo fue enriquecido con la adquisición que hizo el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) al coleccionista Armando Pous, de una serie de 647 óperas grabadas en vivo en la sala principal de ese recinto, así como en otros escenarios nacionales y de otros países.

El trabajo de Octavio Sosa, uno de los principales conocedores y especialistas en el arte operístico nacional, ha consistido en escuchar, reconocer, ordenar, catalogar, preservar y dejar listo cada material para su posterior edición y difusión. A la fecha se han digitalizado 183 cintas en 220 discos compactos.

El primer material resultado de ese proceso fue un disco compacto en homenaje a la fallecida soprano Guillermina Higareda, presentado el pasado 25 de noviembre en el Palacio de Bellas Artes, acto que sirvió asimismo para dar a conocer de manera pública la mencionada colección de las memorias sonoras (La Jornada, 28-XI-10).

En lista de espera se encuentran un par de materiales más, según comenta el investigador: un disco dedicado a la también fallecida contralto mexicana Belén Amparán, integrado por una selección de sus actuaciones en montajes operísticos entre 1953 y 1965, cuya presentación se estima para febrero, y otro más en el que se recopilan diversas actuaciones del tenor David Portilla, también ya desaparecido, efectuadas en Bellas Artes alrededor de la década de 1960.

En proceso de terminado se encuentra un cuarto volumen, dedicado al barítono Roberto Bañuelas, si bien aún no está aprobado, aclara el especialista.

Un elemento fundamental para la realización de estos discos ha sido la participación del reconocido ingeniero de sonido Humberto Terán, así como el apoyo tecnológico de la Fonoteca Nacional, donde se encuentran resguardadas y preservadas las cintas con las grabaciones.

De acuerdo con Octavio Sosa, cerca de 98 por ciento de las 864 grabaciones que integran las Memorias sonoras del Palacio de Bellas Artes está enfocado a la ópera, si bien, en lo que ha escuchado hasta la fecha se encuentran algunos conciertos, así como recitales de tango.

La grabación más antigua se remonta a 1943, y corresponde a unas selecciones de la ópera Fausto, de Gounod, estelarizada por la soprano Irma González, de quien, por cierto, en el acervo se cuenta con suficiente material de alta calidad e importancia histórica, con el que el INBA ha pensado hacer un disco homenaje con sus intervenciones en ópera grabadas en vivo.

De María Callas se cuenta con las grabaciones de todas las óperas que protagonizó en Bellas Artes, entre ellas Norma y Tosca; en tanto de Luciano Pavarotti están la versiones completas de La Bohème, con la que debutó en México en 1969, y de ese mismo año, Lucia de Lammermoor.

A decir del especialista, se podría hacer una edición de varios títulos dedicados a Plácido Domingo, al contar con grabaciones desde sus primeras intervenciones, con papeles secundarios, en 1961, hasta ya como protagonista de funciones inolvidables.

Acerca de los cantantes nacionales, destaca que se encuentran registrados prácticamente todas las grandes figuras que actuaron entre 1950 y hasta finales de los años 70.

El fin primordial de esta colección es que las nuevas generaciones conozcan a esa gran pléyade de voces históricas, y quienes sí las conocieron, puedan disfrutarlas nuevamente, destaca Octavio Sosa, quien estima poder editar por lo menos dos álbumes por año.