Montevideo, 26 de diciembre. Un ex militar uruguayo que era testigo clave en una investigación sobre inhumación clandestina de cuerpos de desaparecidos durante la última dictadura en el país, entre 1973 y 1985, fue hallado muerto y mutilado, reveló este domingo la prensa local.

Julio Ramírez, de unos 60 años, aportó importante información en la investigación que lleva a cabo la justicia uruguaya en torno a la inhumación de cuerpos en los batallones 13 y 14, ubicados en poblaciones cercanas a Montevideo, al aportar datos precisos y hasta un croquis de los cementerios clandestinos, de acuerdo con el diario La República.

Un equipo de arqueólos y antropólogos prevé realizar excavaciones en uno de esos Batallones con la intención de hallar restos de desaparecidos.

Según sus hermanos, Ramírez habría sido asesinado entre el 12 y 13 de diciembre y su cuerpo fue encontrado mutilado el día 21 en el río Uruguay. Fuentes no identificadas citadas por La República aseguraron que el ex soldado habría sido asesinado por militares argentinos que fueron informados por soldados uruguayos de las declaraciones hechas por Ramírez, lo que recordó el llamado Plan Cóndor de coordinación represiva que operó en los años 70 del siglo pasado entre las dictaduras en el Río de la Plata.

Por otro lado, el rotativo también destacó que el proceso contra los dos ex agentes de inteligencia ratifica la existencia de grupos paramilitares paraguayos antes del golpe de Estado de 1973.

La justicia uruguaya confirmó el proceso de los ex agentes como coautores de un delito de homicidio muy especialmente agravado por el secuestro y desaparición de Héctor Castagnetto en agosto de 1971.

La juez Graciela Eustachio interpuso ante el Tribunal de Apelaciones un recurso por el cual procesó a los ex agentes. El texto reconoció el amparo oficial de los gobiernos de la década de los 70 del siglo pasado al accionar clandestino y sistemático de los escuadrones de la muerte.

En esos años, añadió, también actuaron grupos parapoliciales responsables de atentados, secuestros, torturas y homicidios. Esos grupos tenían como objetivo “la represión del MNL-T (Tupamaros) y actuaban sin riesgo alguno para sus integrantes con todos los medios del Estado a su disposición.