a síntesis de Jorge Durand en estas mismas páginas sobre el rechazo de la iniciativa Dream Act da una idea clara de la forma en que se procesan algunas de las iniciativas de ley en Estados Unidos.
La ausencia de los senadores demócratas de Montana, Carolina del Norte, Nebraska y Arkansas, durante la votación de la iniciativa, fue determinante para su rechazo. Conscientes o no de lo que esa ausencia significaba, no sólo para sus compañeros de partido incluido el presidente Barack Obama, sino para los millones de jóvenes que hubieran podido regularizar su situación migratoria, decidieron no aportar los cinco votos que hubieran sido suficientes para aprobarla.
No se sabe a ciencia cierta la razón de esa ausencia. Lo que salta a la vista es que en algunos de esos estados la población proveniente de otros países, particularmente de Latinoamérica, es mínima. Por tanto, no hay una gran preocupación de sus representantes populares por recibir sus escasos votos. En otros estados, en donde los trabajadores migrantes es significativa y necesaria, la presión del electorado por anular toda concesión a ese sector social fue determinante para que sus representantes evitaran comprometer su situación política con un electorado eminentemente blanco. La derrota de esa iniciativa confirma algo que un político de los años 50 describió en una frase: toda política es local.
Tomarlo en cuenta pone en perspectiva el futuro de cualquier reforma, entre ellas la del sistema migratorio. Se cree que el factor étnico e ideológico, en otras palabras la xenofobia, ha sido determinante para que un grupo de legisladores se oponga a incluirla en la agenda del Congreso. Tal vez haya una cuota de certeza en ello. Lo que no se puede descartar es que el pragmatismo juega un papel fundamental en muchas de sus decisiones; una de ellas fue el rechazo a la propuesta sobre el Dream Act.
Algunos miembros del partido republicano saben que, de continuar rechazando las iniciativas que beneficien a la población proveniente de otros países, particularmente de Latinoamérica, continuarán perdiendo el voto de sus familiares y amigos. Los números del censo más reciente muestran que es el sector de población que crece más rápido. De continuar esa tendencia, en 2050 serán la tercera parte de la población de Estados Unidos. Esto pudiera derivar en una paradoja en el momento en que se vuelva a proponer una reforma migratoria. Los republicanos continuarán oponiéndose sí proviene de los demócratas y lleve la firma del presidente Obama. Sin embargo, algunos de ellos consideran que de seguir por ese camino, el creciente voto latino pudiera ser determinante para que pierdan su lugar en el Congreso. Por ello, acorde al pragmatismo que los caracteriza, pensarán dos veces antes de rechazarla.
De ser así, el año que está por comenzar pudiera deparar algo bueno para los trabajadores indocumentados y sus familias.