México
Martes 28 de diciembre de 2010, p. 21
El aumento al gasto público aprobado para el gobierno federal mexicano en 2011 equivale a 8.3% respecto del año pasado. El monto en seguridad representará 3.8% del total, e incluye el presupuesto de las secretarías de Gobernación, Seguridad Pública, Defensa, Marina y la PGR.
En total el gasto en seguridad del gobierno actual se elevará de 0.7% del PIB en 2007 a 0.9 que se proyecta para 2011. Durante el gobierno de Vicente Fox el gasto federal en seguridad promedió 0.6% del PIB. En comparación, el presupuesto total de Colombia en seguridad ha sido equivalente a 3-4% del PIB por año de 1996 en adelante, aparte del significativo apoyo logístico y financiero de Estados Unidos.
La policía, el Ejército y la Marina necesitan más recursos para enfrentar el agudo incremento en la violencia relacionada con las drogas en varios estados de la frontera norte. Al mismo tiempo, retrasos en la aplicación de la reforma judicial (la introducción de los juicios orales ha enfrentado fuerte resistencia a escala local, por ejemplo) han puesto en duda la capacidad de las autoridades para poner coto al crimen organizado y asegurar que el sistema judicial funcione con mayor efectividad.
Washington ayuda a financiar la guerra del presidente Calderón contra el crimen organizado conforme a la Iniciativa Mérida. Pero no está claro si el Congreso de EU, enfocado ahora en reducir más el déficit, estará dispuesto a renovar el plan cuando expire.
El 8 de diciembre, el estado de Michoacán estalló en la peor violencia en cuatro años. Durante 24 horas de batalla casi continua entre la Policía Federal y miembros de La Familia Michoacana en Morelia y otros municipios, por lo menos ocho personas murieron, hubo narcobloqueos en los accesos a la capital y se cerraron escuelas y negocios. Las fuerzas de seguridad dieron muerte al líder de ese grupo.
La violencia ha continuado en otras localidades, como Ciudad Juárez, la más violenta del país. Este año México registrará el número más alto de muertes desde que Calderón emprendió su guerra contra el crimen, en diciembre de 2006: en cuatro años han perecido unas 30 mil personas.
Ante el creciente número de muertes, Calderón recibe llamados cada vez más vehementes a cambiar su estrategia. En declaraciones públicas Calderón ha reñido a los medios locales por enfocarse en el precio de su campaña en vidas humanas y por no realzar noticias que generen una opinión favorable, como la reciente captura de líderes de grupos como Los Aztecas y los cárteles del Golfo y de los Beltrán Leyva.
Aunque ha sostenido que no aflojará en su campaña, las crecientes dudas sobre los costos humanos y materiales de su estrategia parecen llevar a Calderón a buscar una forma de distanciarse de una solución puramente militar. Incluso ha llegado a deslizar que habría un debate público sobre la legalización de las drogas.
Aparte de varios comentaristas y medios, dos ex presidentes, Ernesto Zedillo y Vicente Fox, están en favor de la legalización, al igual que 66% de quienes asistieron a la cumbre anual de The Economist sobre México en la capital del país, en su mayoría empresarios, en octubre pasado.
La legalización no parece una perspectiva a corto plazo, aunque el debate sobre un cambio de estrategia se acalorará conforme se acerquen las elecciones de 2012. No es probable, sin embargo, que la violencia ceda en lo que resta del sexenio, lo cual quiere decir que el sucesor de Calderón heredará los mismos desafíos.
Fuente: EIU
Traducción de texto: Jorge Anaya
