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El alto rendimiento exige masoquismo, afirma

Los atletas hacemos ejercicio al límite del dolor: González

La nadadora fue novena en 200 metros en Dubai

 
Periódico La Jornada
Miércoles 29 de diciembre de 2010, p. a15

Michael Phelps llamó a sus padres para felicitarlos en la Nochevieja de 2007. Estaba lejos del hogar, en Michigan, en plena preparación en el Centro de Alto Rendimiento de La Loma, en San Luis Potosí. Apenas colgó el aparato volvió a sumergirse en la piscina.

Cruzó de un extremo a otro para recibir simbólicamente el Año Nuevo. Lo hizo muchas veces más porque la disciplina lo exigía: era el año de los Juegos Olímpicos de Pekín, en los que conquistó ocho medallas de oro y alcanzó la gloria deportiva. Sacrificios comunes para un deportista de alto rendimiento para quien el dolor no es más que un sentimiento controlable.

Fernanda González, nadadora que hace 10 días terminó en noveno lugar en el Campeonato Mundial de curso corto, ahora está concentrada en el mismo complejo de entrenamiento, como lo hizo Phelps hace tres años. Aunque ella no pasaría la Nochevieja en el solitario silencio de una alberca.

“Eso lo hacen sólo los masoquistas o los que están locos –dice–, no quiero llamar la atención como Michael, yo cenaré esa noche con mi familia.”

Luego corrige y admite que una competidora como ella –con el récord absoluto en 100 metros dorso y la primera mexicana en bajar del minuto (59.39)–, algo de locura debe tener: Bueno, el 31 de diciembre y el 1° de enero voy a nadar, porque de que tengo que entrenar, tengo que entrenar.

A este nivel de competencia, en el que el cuerpo se machaca literalmente durante seis o siete horas diarias, con el dolor de los músculos y con el frío hasta los huesos, solo se soporta por masoquista, dice la nadadora: Claro, no veo necesario eso de lanzarse al agua a las 12 en punto. Phelps quiso hacer algo de ritual, algo místico.

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Fernanda González dice que 80 por ciento de un atleta es mentalFoto Notimex

Aunque evita compararse con el medallista estadunidense, Fernanda también ha hecho pruebas en las que somete su cuerpo a un castigo severo. Desea convertirse en una atleta de cuerpo fuerte, pero sobre todo de mente fuerte.

Empezará este año haciendo 100 cruces de 100 metros (10 mil metros), 10 kilómetros nadados que le permitirán mantener sus aspiraciones competitivas, como hace unos días cuando quedó entre las 10 mejores del mundo.

“Tienes que ir mentalizado que serán 100, porque cuando apenas llevas 10, vas fresh, pero cuando son 30 y ya te cansaste, bye, y no vas ni a la mitad, y a los 50 dices, ¿neta que ya llevo la mitad?”

Para festejar el Bicentenario organizó una serie: cruzar 40 veces un recorrido de 200 metros, uno por cada año de la Independencia de México. Se buscaron donadores que aportaron dinero por cumplir la meta y lo recaudado lo entregaron a la organización A brazadas por la vida y a una casa hogar en San Luis Potosí.

Nadó durante cuatro horas y media sin interrupción. Al día siguiente no podía moverse por el intenso dolor muscular. Eso no es nada para un atleta –asegura–, porque lo que más debe poseer es mentalidad: El 80 por ciento de un deportista es mental; el 20 restante es físico. Cualquiera puede hacer ejercicio, pero sólo los atletas lo hacemos al límite del dolor.

Hace unos días Fernanda González compitió en Dubai, en donde consiguió sus mejores marcas. Dice que no escuchó lo que ocurría a su alrededor durante las distintas pruebas. Cuando estaba lista para saltar al agua lo único que pensaba era: Ya estás aquí ¡vas! Solo eso tenía en mente.