Montevideo, 29 de diciembre. El ex soldado uruguayo Julio Ruperto Ramírez, cuyo cuerpo en descomposición fue encontrado hace una semana por la Prefectura Argentina en el fronterizo río Uruguay, conocía la ubicación de restos de desaparecidos de la dictadura uruguaya (de 1973 a 1985) y estaba dispuesto a declarar ante la justicia, aseguró Lille Caruso, militante de derechos humanos y dirigente del Partido Comunista.

Confirmó que la víctima era retirada del ejército que tenía datos y en su momento aportó un planito que se lo dio a otro compañero. Caruso explicó que ese plano era sobre “enterramientos en el (batallón número) 13 y en el 14, que eran donde él había estado y son lugares neurálgicos.

La dirigente, que estimó que Ramírez habría entregado los datos hace unos seis meses, evitó sin embargo opinar sobre la causa de la muerte del ex soldado, pero observó que casualmente hay como un recrudecimiento de la violencia en el aspecto de rechazar que se vuelva al pasado, que se hable del pasado. Hay como un afán de decir (que) acá no pasó nada.

Por su parte, Efraín Olivera, del Servicio Paz y Justicia, organización no gubernamental latinoamericana, indicó que no tiene información sobre datos que haya entregado Ramírez o las condiciones en que murió, y está en espera de los resultados de la autopsia.

Precisamente, en Argentina, el juez Eduardo García Jurado señaló que hay elementos para considerar que la muerte del ex soldado uruguayo fue un asesinato, de acuerdo con un adelanto informal de la autopsia que se le practicó.

Señaló que de acuerdo con los datos que le han entregado hasta ahora de la autopsia, podrían existir elementos que demuestren que la muerte de Ramírez, de 60 años, no habría sido por inmersión, ya que se detectaron heridas de arma blanca que aún deben verificarse.

El juez, que indicó que se trabaja también en la hipótesis de que el ex militar, que residía y trabajaba desde hace tres años en Argentina, cayó accidentalmente al río cuando se encontraba en un lanchón, dijo que la autopsia fue difícil porque debido al tiempo transcurrido el cadáver estaba deformado y devorado por los peces.

Por ese motivo, aún no se ha entregado el cuerpo a la familia pues podría ser necesaria una segunda pericia para determinar cómo fueron hechas las lesiones.

Por otro lado, dijo, hasta ahora no hay elementos que vinculen la muerte del ex militar con su decisión de brindar testimonio sobre lugares de entierros clandestinos de la dictadura uruguaya, como lo plantea la prensa de ese país.

Sin embargo, mi experiencia judicial y mi compromiso militante con los derechos humanos me hace tomar todas las precauciones del caso y ahondar en la investigación para tratar de no dejar ninguna duda, sostuvo.

El diario uruguayo La República vinculó la muerte al hecho de que Ramírez había aportado datos y un croquis sobre entierros en un batallón cercano a Montevideo.