Marchan por Luis Cabrera alrededor de 300 demandando la salida de cuerpos de seguridad
El proyecto vial privilegia los intereses económicos en detrimento del pueblo
, insisten
Martes 4 de enero de 2011, p. 27
Colectivos juveniles, integrantes del Frente Amplio contra la supervía poniente y organizaciones sociales marcharon sobre la avenida Luis Cabrera, en protesta por la ocupación de los 51 predios expropiados en la colonia La Malinche, y para demandar al Gobierno del Distrito Federal la salida de los cuerpos de seguridad.
Alrededor de las 17 horas los habitantes de la zona baja de La Malinche
empezaron una jornada informativa en el cruce de Luis Cabrera y San Bernabé. Aprovechaban los cambios de las luces del semáforo para explicar a los conductores cómo durante la madrugada del primero de enero fueron ocupados los predios mediante el empleo de la fuerza pública.
Sin afectar la circulación de los vehículos los manifestantes extendieron mantas y carteles en los que expresaban su rechazo al proyecto vial, el cual, aseguraron, privilegia los intereses económicos en detrimento del pueblo
. En los cuatro puntos del crucero, grupos organizados de vecinos dieron información a los ciudadanos.
Con las horas el número de manifestantes creció y cerca de las 19:30 decidieron marchar rumbo a la avenida San Jerónimo, donde se localizaba el primer frente de obra que impuso el gobierno
, luego de la fallida ocupación de la zona expropiada mediante la fuerza pública, el pasado 31 de octubre.
El número de personas que participaron en la marcha llegó a 300 integrantes, según los policías. Durante el recorrido gritaron consignas contra el gobierno encabezado por Marcelo Ebrard Casaubon, e invitaban a los vecinos a sumarse al movimiento, porque hoy somos nosotros, pero mañana les tocará a ustedes
.
El tránsito vehicular fue obstaculizado. Detrás del contingente se formó una larga fila de coches que esperaban la apertura de la vialidad. La mayoría de los manifestantes eran jóvenes; junto a ellos estaban las mujeres que se han mantenido en el plantón desde el pasado 26 de julio, y quienes en todo momento evitaron los actos de violencia.
La rabia contenida de los jóvenes empezó a liberarse mediante pintas en muros y mobiliario urbano. Hubo un punto de descontrol al llegar a las vallas metálicas que el gobierno colocó en el camellón de San Jerónimo para resguardar el primer frente de obra, que esta vez sirvieron para recibir el enojo y coraje de los manifestantes.
Arrancaron los carteles que anunciaban el proyecto vial y los supustos beneficios de la obra, golpearon su cuerpo contra las laminas metálicas e intentaron mover los bloques naranjas, pero fueron detenidos por los integrantes del frente.
A su regreso al campamento se vivieron algunos minutos de tensión pues la marcha se colocó justo frente a la valla en andador Durazno, que se encuentra resguardada por granaderos. De inmediato hubo movilización de los cuerpos de seguridad, pero al final una vez más prevaleció la calma lo que distingue al movimiento por pacífico.