Viernes 7 de enero de 2011, p. 30
El Consejo de Analistas Católicos de México (CACM), que hace unos días lanzó el ensayo denominado La fe de los sicarios
, en el que menciona la estrecha relación existente entre el culto a la muerte y la delincuencia, señaló que la detención de David Romo Guillén, líder de esa práctica ocultista
confirma lo expresado por el organismo.
Carlos Montiel, directivo del CACM, señaló en entrevista que dicho culto no merecía la denominación de asociación religiosa (la cual perdieron y por la que están pugnando) porque más que Iglesia es una banda de delincuentes
y agregó que el hecho de que ayer, prácticamente no hayan acudido seguidores a manifestarse a las afueras de la PGJDF indica el abandono
al líder así como que buena parte de ellos son criminales, y por lo tanto, lo que menos quieren es acercarse a una procuraduría, no se van a ir a destapar
.
Montiel llamó a las autoridades capitalinas a investigar a fondo
el origen de los recursos con los que se mantiene ese culto, que se indaguen los donativos así como la forma en que se financiaría la construcción de un nuevo templo en el Distrito Federal. El año pasado Romo Guillén anunció la construcción de un templo mundial a la Santa Muerte el cual tendría mil 200 metros cuadrados, dos niveles y capacidad para 500 personas sentadas y un lugar para criptas.
Montiel refirió que este culto ha proliferado en las cárceles, en donde muchos reclusos hacen mandas a la muerte y dicen que ésta les ha concedido incluso reducciones de sus condenas y precisó que la detención de Romo Guillén indicaría también que la misma muerte, así como sus seguidores, lo abandonó
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Apuntó que a pesar de estar detenido, su culto no cesará, pues está de moda en las cárceles
y en las celdas hay imágenes de la muerte y “cada primero de mes le cantan Las Mañanitas”. Por tal motivo, para el líder –en caso de recibir sentencia– estar preso no le será perjudicial en sus ritos y culto, proseguirá pues contará con gran número de seguidores: los reclusos
.