omo forma de contribuir al enriquecimiento de la cultura cívica de los mexicanos, esta columna ofrece la colección de libros que contiene todos los discursos y declaraciones de funcionarios, historiadores e intelectuales independientes adscritos a la nómina gubernamental, con motivo del Bicentón, que ya nadie recuerda. Cada colección consta de 86 volúmenes, y serán entregados a los primeros 100 lectores que nos digan cuánto hay de mentira en lo que aseveró Sofía Vergara (SV) (la actriz y modelo latina más famosa), en el muy visto Late Show, que conduce David Letterman (DL) en la televisión estadunidense: SV: Tenemos un gran presidente, en los últimos 10 años el país ha crecido, no hay más narcotráfico. DL: Está todo en México. SV: Así es, los mexicanos se pusieron las pilas, se lo quitaron a los colombianos. Es donde está sucediendo. Es terrible, pero pienso que, como nosotros, van a ser capaces de resolver el problema.

Y ya que hablamos de la tele, los  memoriosos lectores recordarán  la primera boda por cuenta del canal de las estrellas: la de los actores Eduardo Capetillo y Bibi Gaytán, cuando estaban en la cúspide. El enlace religioso fue en directo y en el mejor horario sabatino. El programa se aderezó con el historial de los contrayentes y la opinión de sus familias y compañeros de trabajo. Todo fue un regalo del que entonces mandaba en la empresa, Emilio II, El Tigre. Después patrocinó otra que hizo historia: la de Mijares y Lucero.

Como aseguró en intervención memorable el ex secretario de Gobernación, Carlos Abascal, la mujer… a las labores de hogar. Eso hizo precisamente Bibi una vez concluida su Luna de Miel. Más no hay infierno que dure mil años: tanto ella como su marido retornan a la tele. No a la que los proyectó a la fama, sino al principal canal electrodoméstico, el 13. Se desconoce el nombre de la telenovela en que tratarán de recuperar el favor del público.

En cambio, se sabe el nombre de la que sella la incorporación a dicho canal de otra ex consentida de Televisa: la actriz Edith González: A corazón abierto, sin relación con el Instituto Nacional de Cardiología. No es tampoco, aseguran quienes conocen el argumento, una cuarta y mala versión de telenovelas ya vistas, como es costumbre en el canal de las estrellas.

Como apenas se inicia un año que, según el gobierno, será de realizaciones para los mexicanos, nada mejor que darle la bienvenida con otra noticia de los canales electrodomésticos: la incorporación de Tatiana (le fascina que la llamen La reina de los niños) como conductora de una academia para chiquillos. No competirá con Chabuelo, todavía amo de la programación infantil, lo que ilustra muy bien a qué niveles hemos llegado en ese campo.