Las vejaciones, los secuestros y los asesinatos de migrantes centroamericanos en territorio nacional se han vuelto un negocio frente al cual el gobierno de Felipe Calderón se ha hecho pato, afirmó el senador perredista Rubén Velázquez López.

Se ha denunciado por años la complicidad de agentes del Instituto Nacional de Migración (INM) con bandas de delincuentes, y es claro que en el instituto se necesita una limpia; se les ha hecho saber por conducto de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) y de Amnistía Internacional (AI) que en apenas seis meses se registraron al menos 10 mil secuestros: es cosa de no querer ver, insistió el legislador.

Destacó que en un breve encuentro con el embajador de México en Washington, Arturo Sarukhán, éste le hizo saber las dificultades que representa para su trabajo en la promoción de la defensa de los derechos humanos de los connacionales en aquel país el manejo que se le da aquí (México) al tema de los migrantes centroamericanos.

Sobre el INM, insistió: está tan podrida esa institución, que hay que hacer una limpia.

Demandó a las autoridades de los tres niveles de gobierno garantizar la seguridad de la caravana de la paz que encabezarán defensores de derechos humanos de los migrantes a bordo del tren que éstos utilizan en su tránsito hacia Estados Unidos.

El senador estuvo acompañado por los activistas José Luis Loera, Marco Antonio López y Axel García, quienes deploraron que el tema de los migrantes sólo tome relevancia cuando se habla de 72 indocumentados asesinados por el crimen organizado en Tamaulipas o cuando la esposa del presidente Felipe Calderón tiene que intervenir para que el sacerdote Alejandro Solalinde acepte protección, ante las continuas amenazas por defender los derechos de los extranjeros en tránsito.

En conferencia de prensa, insistieron en que las autoridades de los tres niveles de gobierno deben brindar las garantías de seguridad necesarias para salvaguardar la integridad de los activistas que participarán en la caravana de la paz, que partirá este viernes de Arriaga, Chiapas, a las 11 de la mañana.

El grupo continuará el sábado a las 13 horas en Chahuites, Oaxaca, punto que, dijeron, se ha convertido en la ejemplificación reiterada de la injusticia contra los centroamericanos.