El obispo del culto de la Santa Muerte, David Romo Guillén, afirmó que todos las imputaciones que le hace la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF), que lo identifica como integrante de una banda de secuestradores, son fruto de un asunto circunstancial y lamentablemente producto de la tortura.

En un manuscrito de cinco páginas tamaño oficio que entregó a su abogado, Salvador Flores González, el titular de la Iglesia católica, apostólica y tradicional México-Estados Unidos, culto que alberga la devoción a la Santa Muerte, indica que no soy líder de nada, en relación con los señalamientos judiciales de que sería el operador financiero de una banda de secuestradores. Agregó que confía en que voy a regresar pronto a resolver todos los pendientes y demás con los fieles.

Exhortó a estos últimos a mantener abierta la iglesia y añadió que buscará por todos los medios hacer saber la verdad de este penoso asunto. Asimismo, instó a su feligresía a que ante cualquier intento de cerrar el santuario, lo impidan.

Hago un llamado a los fieles del santuario para que impidan se cierre; Gobernación no puede aprovechar esta situación para cerrar la única iglesia de la Santa Muerte, ya que una cosa es este asunto, es personal y nada tiene que ver la institución o el inmueble, pretender cerrar la iglesia es atentar contra el derecho y la libertad de culto, consideró.

El viernes el vocero de la Arquidiócesis de México, Hugo Valdemar en entrevista con la agencia de noticias católica ACI Prensa, la cual fue puesta en la página web de esa institución, habla de destruir las imágenes de ese culto. En la información se expresa que pidió a los fieles destruir las imágenes de la Santa Muerte y no temer una venganza porque el poder de Dios es más grande que el maligno.

En su escrito dirigido a los fieles, medios de comunicación y pueblo de México, David Romo hace precisiones. Indica que ratifico que parte de la declaración inicial que obra en contra mía en la FAS (Fiscalía Antisecuestros) fue obtenida por medio de tortura; que el mismo fiscal cuando realiza la videograbación de mi entrevista amenazó con volverme a torturar, y esto me dio a entender y comprender que el fiscal de la FAS sabe de los métodos de tortura e incluso él mismo los manda realizar para obtener declaraciones a modo y que el arraigo es realizado porque los agentes del Ministerio Público no tienen las pruebas suficientes para consignar a un indiciado y además es la caja chica por la cual piden cantidades millonarias a los procesados para aligerar expedientes y hasta para cambiar pruebas.

En relación con esto explica que los agentes del Ministerio Público le preguntan insistentemente ¿en cuánto valoras tu libertad?, y añade que está seguro de que muchos detractores y enemigos personales se están regocijando de esta situación; sin embargo Dios y la Santa Muerte me ayudarán a salir.

En tanto, será la próxima semana cuando la PGJDF consigne a ocho de los integrantes de la banda de secuestradores y extorsionadores a la que presuntamente pertenece Romo Guillén y que actualmente se encuentran arraigados. Los acusados serán puestos a disposición de un juez por el plagio de una pareja de la tercera edad en la delegación Magdalena Contreras. En el caso de la menor de edad implicada, su situación jurídica será definida por la fiscalía para niños y adolescentes de la procuraduría capitalina.