Miércoles 12 de enero de 2011, p. 2
Berlín, 11 de enero. La sociedad alemana Max Planck, cantera de premios Nobel y referente mundial en la investigación científica, celebró hoy en Berlín un siglo de historia con una ceremonia a la que asistieron diversas personalidades y en el que se recordó el oscuro papel de la institución durante el nazismo.
El acto en la Academia de las Artes en Berlín conmemoró la fundación en 1911 de la sociedad Kaiser Wilhelm, de la que surgió tras la Segunda Guerra Mundial la actual Sociedad Max Planck para el Avance de la Ciencia.
Las elites tienen una responsabilidad especial con la humanidad
, dijo quien fuera canciller alemán Helmut Schmidt, de 92 años.
El antiguo líder socialdemócrata alertó contra la explosión demográfica, la escalada armamentista, el calentamiento global y la globalización de la economía como los principales problemas que afronta la humanidad.
Respetar la ética
El presidente de la sociedad Max Planck, Peter Gruss, subrayó que la investigación científica no debe volver a exceder jamás los límites de la ética, en una referencia a la implicación de la Kaiser Wilhelm en los crímenes perpetrados por el régimen nazi.
Muchos investigadores de la institución colaboraron durante las dos guerras mundiales en el desarrollo de armamento o en experimentos con cadáveres de los campos de concentración.
El químico Fritz Haber (1868-1934), por ejemplo, ganó el Premio Nobel gracias a sus experimentos con nitrógeno que permitieron una agricultura más eficiente gracias al empleo de abonos artificiales, pero también utilizó sus hallazgos para el desarrollo de un gas venenoso que mató a miles de soldados franceses en la Primera Guerra Mundial y derivó en las cámaras de gas usadas en los campos de concentración durante la segunda.
Superada esa etapa, sin embargo, la sociedad Max Planck recogió la mejor herencia de su antecesora y recuperó la fama mundial como un centro de referencia en la investigación científica.