Advierte la ONU sobre consecuencias muy peligrosas
para 80 países por las alzas
La especulación es sólo uno de los factores detrás del encarecimiento
En México se anticipa una buena cosecha de maíz blanco, afirma
Miércoles 12 de enero de 2011, p. 25
La carrera alcista de los alimentos no se ha detenido. Expertos anticiparon que el precio seguirá en aumento durante el resto del año, aunque a una velocidad más moderada que la observada en los últimos seis meses. En México, estos incrementos van a afectar la dinámica de la inflación y bienestar social
, especialmente por el mayor costo de estos productos, opinó Sergio Kurczyn, analista de Banamex.
El precio de los alimentos comenzó a incrementarse de manera sostenida a partir de 2005 y llegó a un pico
en junio de 2008, de acuerdo con información del Fondo Monetario Internacional (FMI). Desde entonces comenzó a disminuir, pero factores meteorológicos y una mayor demanda volvieron a elevarlos en el último semestre.
En 2011 veremos alzas adicionales
, expuso en una conferencia de prensa este martes, en la que el grupo anunció una revisión al alza de su pronóstico de crecimiento de la economía mexicana para este año.
Durante 2011 el precio internacional promedio de los alimentos tendrá un incremento en torno a 10 por ciento, consideró Kurzcuyn. Las alzas, dijo, ya no serán tan espectaculares
como las observadas en el segundo semestre de 2010, que rondaron 40 por ciento para productos como maíz y trigo, dos de los granos que forman parte, junto con el arroz, la base de la pirámide alimentaria en los países donde vive la mayor parte de población del mundo.
Para el especialista de Banamex, detrás del alza en el precio de los alimentos no hay una sola causa. La especulación es sólo uno de los factores, pero no el principal, argumentó. En los últimos años, en la medida en que la liquidez aumenta en los mercados internacionales de capital, fondos de inversión canalizan crecientes recursos a invertir en materias primas, entre ellas los granos y otros productos alimenticios. Algunos analistas han ubicado en esta tendencia una de las razones del repunte en el costo de la comida, que ya en 2008 causó protestas callejeras en varios países, entre ellos México por el alza en el precio del maíz.
Kurzcyn explicó este martes que es muy complicado
relacionar directamente la especulación financiera con productos alimenticios como causa del alza. Al mismo tiempo que la participación de los fondos de inversión impulsa un alza (del precio en alimentos), el aumento de precio hace a los alimentos atractivos como inversión ante un entorno de gran liquidez
en los mercados internacionales de capital, consideró.
Otra de las razones que, a juicio del experto, explica el alza de precios es la mejoría en la perspectiva sobre el desempeño de la economía, después de la recesión de 2008-2009, que afectó a casi todo el mundo.
“Una mejor perspectiva económica mundial, en especial en los países emergentes y particularmente en naciones como India y China –que concentran alrededor de un tercio de los habitantes del planeta– hace pensar que sí hay fundamentos para un alza de precio en alimentos”, por una mayor demanda, aseguró.
China e India tienen una población conjunta de 2 mil 500 millones de habitantes, poco más de una tercera parte de los 6 mil 768 millones de personas que viven en el planeta.
Un tercer factor que explica el alza de precios de los alimentos es la menor oferta, especialmente en algunos granos básicos, relacionada con pérdidas de cosechas por fenómenos meteorológicos, como ocurrió el año pasado en Rusia y Ucrania, dos de los mayores exportadores de trigo, expuso el especialista de Banamex.
Sergio Luna, también analista de Banamex, explicó que en el caso del maíz, con el que se elabora la tortilla, la cotización internacional ha incrementado en la variedad amarilla, empleada para fabricar combustibles o piensos.
En México, apuntó, la tortilla se elabora básicamente con maíz blanco, cuya demanda se satisface principalmente con producción local. A diferencia de 2008, ahora se anticipa una buena cosecha de este grano por lo que habrá poco impacto local en el precio del maíz blanco.
Este martes Banamex revisó su pronóstico de crecimiento de la economía de 3.9 a 4.8 por ciento, impulsado por una mayor actividad en Estados Unidos y la recuperación del mercado interno.
Pero, explicaron los analistas en la conferencia, el crecimiento del producto interno bruto implica un riesgo al alza sobre la inflación. Por ello, consideraron que en 2011 la inflación será de 3.9 por ciento, ligeramente mayor al 3.5 por ciento previsto.
“Hemos argumentado que un factor clave detrás de la estabilidad de la inflación en 2010 fue la debilidad de la demanda local. Una fuerte tasa de crecimiento del PIB implica un cierre de brecha del producto a un ritmo más acelerado. Además, pensamos que un efecto indirecto de una mayor actividad en el exterior –un aumento de precios de las materias primas– también afectará los precios locales de alimentos procesados”, de acuerdo con Banamex.
Propone constituir reservas de granos
Afp y Reuters
París, 11 de enero. La Organización de Naciones Unidas (ONU) advirtió sobre el riesgo de una nueva escalada de precios de los alimentos con consecuencias muy peligrosas
para 80 países, empezando por los del Sahel africano y Haití, pese a la reconstitución de reservas de granos desde los motines del hambre de 2008. Vivimos el comienzo de una crisis alimentaria similar a la de 2008
, reconoció en una entrevista con el diario francés Les Echos el relator especial de Naciones Unidas sobre el derecho a la alimentación, Olivier de Schutter.
En tanto, economistas de JP Morgan estimaron que el repunte en los precios globales de los alimentos representa un dolor de cabeza extra para los mercados emergentes que enfrentan presiones inflacionarias, pero no es probable que generen una respuesta radical de los estrategas de política monetaria.
Pueden llamarlos complacientes, pero los economistas no esperan que los bancos centrales apresuren su retiro de las políticas monetarias flexibles anticrisis, pese a que el alto costo de los alimentos podría causar un deterioro de las expectativas inflacionarias.
Incluso en las emergentes Asia y América Latina, donde la amenaza de un avance sostenido de la inflación está en máximos, pensamos que los funcionarios terminarán el año con una política que siga apoyando el crecimiento
, insistieron los analistas.
Estamos ante una situación muy tensa
, coincidió la economista de la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Abdolreza Abbassian. Unos 80 países enfrentan déficit de alimentos, y entre los más expuestos figuran Burkina Faso, Mali, Mauritania, Níger, Senegal, Chad y Haití. Entre los 70 restantes figuran latinoamericanos como Nicaragua y Honduras. El aumento de los precios de las commodities agrícolas hace más frágiles a países importadores con escasas reservas de divisas como Mozambique, Afganistán, Mongolia o Corea del Norte.
La disparada de los precios empezó en agosto, en particular los del maíz y el trigo. El índice global de precios de productos agropecuarios de base (cereales, carne, azúcar, oleaginosas, lácteos) se sitúa actualmente en su nivel máximo desde que la FAO empezó a elaborar ese índice hace 20 años. Esa carestía es muy peligrosa
para los países en vías de desarrollo, y no veo razón fundamental para que esa tendencia se modifique en los próximos seis meses
, subrayó De Schutter.
Sin embargo, las reservas de granos se reconstituyeron en 2008 y 2009. Los depósitos de trigo pasaron de 166.19 millones de toneladas en 2008/2009 a 196.68 millones un año más tarde, según el ministerio estadunidense de Agricultura (USDA). En 2010/11 se prevé que lleguen a 176.72 millones de toneladas, a pesar de la sequía y los incendios en Rusia y de las inundaciones en Australia.
El mundo no está ante una situación de penuria
, pues esas reservas de alimentos son suficientes para cubrir la demanda mundial este año, insistió el relator de la ONU. La FAO indica además que el precio del arroz, base de la alimentación en Asia, cayó a la mitad de su nivel de 2007/2008. La estampida de los precios de las otras commodities obedeció más a un movimiento de pánico
de los mercados que a un desequilibrio entre la oferta y la demanda, sostuvo la ONU.
Cuando se acumulan informaciones sobre incendios en Rusia, olas de calor en Ucrania y lluvias torrenciales en Canadá, algunos operadores de mercado buscan evitar vender rápidamente, mientras los compradores buscan adquirir tanto como pueden. Si todos hacen eso, los precios aumentan
, resume.
Olivier de Schutter piensa que para evitar una nueva crisis alimentaria los países del G-8 deberían cumplir con las promesas que hicieron en abril de 2009 en su cumbre de L’Aquila (Italia). Pero hasta ahora sólo llegó a materializarse el 20 por ciento de los 20 mil millones de dólares en inversiones anunciados entonces para reactivar la producción agrícola en los países en desarrollo. Es una cifra muy decepcionante
, comentór. La ONU baraja otras opciones para contener la especulación.
La primera de ellas es la constitución de reservas de granos que podrían ser administrados a escala regional o entre varios países, que de ese modo se aseguren mutuamente contra el riesgo de una mala cosecha
.
Se trata de una idea surgida en América Central y en el sur de Asia –donde existe un banco central del arroz–, que requiere una gestión delicada, aunque no insuperable
, afirmó el relator de la ONU. Otra pista es imponer mayor transparencia al mercado de derivados, en el cual 92 por ciento de las operaciones (directas entre las partes) se lleva a cabo de manera opaca
, añade.
Para Francia, la brusca subida de los precios globales de los alimentos es preocupante
, expresó el ministro de Agricultura Bruno Le Maire, en un nuevo llamado a una regulación más estricta para evitar que la especulación en las materias primas conduzca a abruptas oscilaciones de los mercados.
Este es un motivo de preocupación y pienso que urge lograr respuestas concretas y herramientas eficaces
para evitar las oscilaciones de los mercados, dijo Le Maire en conferencia de prensa.
Corea del Sur reveló medidas para combatir la amenaza de una escalada de precios de los alimentos, con lo que se unió a la intensa actividad de los gobiernos que están cada vez más preocupados por la posibilidad de que la inflación descarrile la reactivación.