Presentan Haití, las heridas del alma, un seguimiento de víctimas de todos los estratos sociales
Viernes 14 de enero de 2011, p. 23
Puerto Príncipe, 13 de enero. Un documental que se presentó anoche –Haití, las heridas del alma– expone el caso de un hombre que a raíz del sismo de hace un año tuvo que quemar el cuerpo de su hijo en plena calle, ante la imposibilidad de enterrarlo o incinerarlo debidamente, para después regresar a los escombros de su casa y amputar a su hija, aún viva, para rescatarla. La chica no sobrevivió.
¿Cómo seguir viviendo con ese trauma? ¿Cómo no perderse en la demencia? ¿Cómo restañar las fracturas en el alma de las personas, más profundas que las fracturas de los edificios, según lo expresa el sicólogo Elyzée Leseulson?
Del fenómeno colectivo postraumático del 12 de enero de 2010, que es quizás el daño menos comprendido y visible de la catástrofe, trata la película dirigida por Raoul Seigneur y Cecila Alegra, cineastas franceses.
Ante la cámara, Leseulson explica que 90 por ciento de la población haitiana –víctimas o no, damnificados directos o indirectos– sufre de diversas patologías sicológicas por el trauma de ese día.
Los traumatismos se expresan en pesadillas recurrentes que perduran a la fecha, pérdida de apetito, postración y depresión, sensaciones súbitas de asfixia, angustia y pánico.
El documental interroga a fondo la problemática que se disparó a niveles gigantescos ante un telón de fondo de un país donde no hay hospitales siquiátricos públicos y sólo uno privado, el dantesco sanatorio Mars et Kline, en una sociedad donde la enfermedad mental es un estigma fuertemente arraigado, donde los enfermos, sin diagnóstico, deambulan por la vida como apestados sin remedio.
Los documentalistas siguen las historias de pacientes y cuidadores de todas las capas sociales, edades y géneros. La película fue utilizada en un seminario internacional en Estrasburgo para sustentar el tema del daño que provocó en su momento la sobre exposición mediática de los aspectos más descarnados de la tragedia.
Destaca entre los testimonios la historia de Carlo Auguste, un antiguo jugador estrella de basquetbol que en 35 segundos perdió a su mujer e hijos bajo los escombros de su casa, en un barrio donde sólo un vecino entre diez sobrevivió.
En declaraciones que recoge el diario Le Nouvelliste la realizadora, reportera de asuntos especiales del canal Le Monde 2, expresa su esperanza de que el filme ayude a hacer conciencia de que en Haití es muy urgente sanar las heridas del alma. Mucho más urgente que las heridas materiales
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Futbol a una sola pierna
Con algunos pequeños cambios en las reglas del juego del balompié –menos jugadores, tiempos más cortos– dos escuadras rivales se enfrentaron el miércoles en la cancha del club Altletic, de Cité Soleil. La particularidad es que el juego se libra con una sola pierna y un par de muletas. Y que en el partido amistoso compitieron únicamente jóvenes a quienes se les amputó alguna pierna hace un año por lesiones sufridas en el terremoto. Se realizó para honrar a las víctimas mortales del sismo. Y también para subrayar la urgente necesidad de superar el estigma que pesa sobre las 4 mil personas que, debido a las amputaciones de urgencia que se realizaron en masa los días posteriores al sismo, se agregaron a un vasto colectivo de discapacitados en el país.
Patrocinado por el Proyecto Medishare (una ONG de Florida) el partido es parte de una estrategia para permitir que en sus procesos de rehabilitación, la población con amputaciones logre romper el aislamiento y pueda adaptarse a la vida cotidiana lo más rápidamente posible.