Los gobiernos de México, Guatemala y El Salvador acordaron ayer redoblar sus esfuerzos para prevenir y combatir los ataques a migrantes centroamericanos que buscan llegar a Estados Unidos. Como parte de este compromiso, realizarán un diagnóstico sobre la dimensión que alcanza el fenómeno de la delincuencia organizada en la región.

La administración de Álvaro Colom puntualizó que para proteger a sus ciudadanos, abrirá un consulado general en Oaxaca, donde se ha incrementado el número de secuestros y asaltos contra los indocumentados.

Estos acuerdos se dieron a conocer en sendas declaraciones, luego que funcionarios mexicanos se reunieron en Guatemala y El Salvador con sus homólogos, para buscar mecanismos de solución a las agresiones que sufren los migrantes por parte de las bandas criminales.

La delegación mexicana, encabezada por el subsecretario para América Latina de la Secretaría de Relaciones Exteriores, está integrada por miembros de la cancillería, Gobernación, el Instituto Nacional de Migración y la Procuraduría General de la República. Se prevé que este viernes se reúnan en Tegucigalpa con autoridades de Honduras, para revisar el mismo tema.

En la declaración conjunta México-El Salvador emitida anoche, los gobiernos de esas dos naciones reconocieron que la seguridad y los derechos humanos de los centroamericanos deben observarse independientemente de su situación migratoria y rechazaron políticas discriminatorias, como la SB1070 que se aprobó en Arizona.

La declaración conjunta establece la creación de un esquema de alerta temprana que permita prever los aconteci- mientos, realizar consultas previas y lograr la mejor administración de los temas.

También se crearán mecanismos para fortalecer el intercambio de información y la coordinación específica para la pla- neación de operaciones contra el crimen que afecta a los migrantes en cada país.

Por otra parte, en la declaración conjunta México-Guatemala, los gobiernos de Felipe Calderón y de Colom destacaron que las bandas criminales trasnacionales representa la mayor amenaza para los migrantes en tránsito por la región. El encuentro de los funcionarios mexicanos con sus pares centroamericanos se enmarca en una gira de dos días por Guatemala, El Salvador y Honduras, y tiene lugar tras las denuncias de secuestro registradas en Oaxaca en diciembre pasado.