Personal de la Secretaría de Protección Civil del Distrito Federal y de Petróleos Mexicanos (Pemex) descubrieron una toma clandestina de combustible, aparentemente diesel, en el interior de una bodega localizada en la colonia Granjas México, delegación Iztacalco.

El titular de la dependencia local, Elías Moreno Brizuela, explicó que una llamada anónima alertó sobre esta situación, por lo que se acudió al lugar, acompañados de agentes de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, donde se encontró una instalación de tubería de dos pulgadas de diámetro y 40 metros lineales.

Durante el operativo se presentó el apoderado legal del propietario del predio, ubicado en el número 243 de la calle Añil casi esquina con Chicle, muy cerca de una planta de Pemex, quien aseguró que la bodega había sido rentada a una empresa, la cual tenía atrasos con los pagos mensuales.

El funcionario señaló que según la información proporcionada por Pemex, la instalación no representa un riesgo para los vecinos, en cuanto a que pudiera provocar alguna explosión y que la investigación correspondiente ya está en manos de las autoridades federales.

Contrario a lo señalado por Moreno Brizuela, el jefe delegacional de Iztacalco, Francisco Sánchez Cervantes, aseguró que desde el miércoles pasado recibió un oficio de la Procuraduría General de la República (PGR) en el cual le solicitaban, para este viernes por la mañana, la presencia de personal de Protección Civil de la demarcación en el predio referido, pues se realizaría una inspección ocular.

Sánchez Cervantes señaló que el dueño de la bodega presentó una denuncia de hechos ante la instancia federal pues detectó que en su propiedad, la cual tenía bajo renta, se habían realizado modificaciones y de ella emanaba un fuerte olor.

“A nosotros nos citan a las 10:30 horas de este viernes. Ya en el lugar nos explicaron que el dueño presentó la denuncia pues tras haber recibido un pago de tres meses por adelantado se presentó en su bodega para cobrar el cuarto mes, pero la encontró vacía y con una plancha de concreto que no existía.

Se realizó la diligencia y se ubicaron dos válvulas que al parecer son tomas clandestinas de diesel. Se le avisó a Pemex y a la Secretaría de Protección Civil del gobierno capitalino, abundó.

Aunque los primeros estudios dictaminaron que la instalación tiene “nivel cero de explosividad, Sánchez Cervantes exigió a la paraestatal el desmantelamiento inmediato de la toma clandestina, así como un dictamen detallado de los riesgos posibles que representa, para informar con precisión a la comunidad y tomar las medidas pertinentes que garanticen la seguridad de los habitantes de la demarcación.