Manifestantes ataviados con disfraces ocurrentes se concentraron en una danza grotesca para protestar por los escandalosos recortes presupuestales a las artes, educación, servicios públicos y salud frente a la sede principal del Banco de Inglaterra, en Londres.

Bailarines, saltimbanquis, acróbatas, pintores, cantantes y uno que otro punk pelirrojo, en su mayoría jóvenes, se reunieron vestidos con sombreros y ropas vistosas, para acudir al llamado que realizó la organización Dance Against The Deficit Lies (Danza contra las mentiras del déficit), encabezada por estudiantes que mantienen ocupada la Universidad London College, debido al incremento de las tarifas y la reducción del financiamiento.

La persecución frenética de un hombre que portaba una máscara de cerdo y demostraciones de break dance acompañaron a quienes expresaban frases de disgusto en pancartas, ropa y en torsos desnudos. En una maleta de la que sólo se veían los pies del hombre que estaba dentro, se leía: manda los recortes a empacar, ante la mirada atónita de oficinistas de trajes oscuro y portafolio que circulaban frente al edificio de estilo neoclásico.

Promovido como el más vibrante espectáculo londinense gratuito de una hora, fue la primera acción convocada por el grupo, que invitó a realizar una celebración en honor de las artes, para captar la atención hacia la engañosa manera en que el gobierno hace uso del déficit nacional como un falso argumento para quitar recursos a los bienes colectivos que más se deben cuidar.

Riqueza de la cultura

Los recortes gubernamentales son un riesgo que puede provocar que el arte sea algo que sólo las clases adineradas puedan estudiar, observar y amar. Con una manifestación pacífica deseamos destacar lo valioso que las artes son para nuestra cultura y que tan ricos somos como individuos y como pueblo gracias a ellas, manifestaron en un boletín.

Un sitio en Internet de los danzantes contra el déficit exponen que el arte es de las pocas cosas que hacen reconocidos a los ingleses en el mundo y representa ingresos monetarios, por lo que los recortes son idiotas y cortos de visión, lo que es un genuino ejemplo de la falsa economía. Al final, brinda una liga donde se presentan más argumentos y alternativas a los recortes, además de sus direcciones en Facebook y Twitter.

Por una hora la vieja dama de la calle Threadneedle, como se conoce coloquialmente a la sede del encargado de dictar la política monetaria del Reino Unido, se convirtió en un carnaval de la rebeldía, que como único requisito pidió brillo, mucho colorido, diversión y un pueblo pacífico, con la pregunta en el aire: ¿Tú estás bailando?