Los golpes que las autoridades de México y Guatemala han asestado en los meses recientes a las estructuras del cártel de Los Zetas, han afectado su operatividad en México, por lo que sus principales fuentes de ingresos se localizan en la ordeña de ductos de Pemex, secuestros de migrantes y cobro de piso, indicaron fuentes militares.

Las fuentes consultadas refirieron que la pugna de Los Zetas con el cártel del Golfo en Tamaulipas, Veracruz y Tabasco ha propiciado que las operaciones de auéllos se expandan hacia Puebla y Querétaro.

De acuerdo con información obtenida en el sistema de búsqueda del Instituto Federal de Acceso a la Información Pública y Protección de Datos, según estimaciones de Pemex, en 2003 “en el país se consumían diariamente 160 millones de litros de combustibles; no obstante, los números de producción no son coincidentes respecto de los datos que presentan las facturas de las gasolinerías. Lo anterior atiende a dos problemas fundamentales: el robo y la adulteración de combustibles. Pemex ha estimado que el robo, contrabando y adulteración de combustible generó –para 2003– pérdidas por 12 mil millones de pesos”.

Las fuentes señalaron que integrantes de Los Zetas también presionan o extorsionan a trabajadores de la paraestatal para que los apoyen en la instalación de tomas clandestinas en los ductos de Pemex.

Recientemente la Procuraduría General de la República inició una averiguación por esos ilícitos e investiga denuncias que se han originado en Puebla, Tamaulipas, Hidalgo y Tabasco.

En junio de 2009, el vocero de la refinería de Tula, Víctor Hugo Deschamps Lugo, reveló que en Hidalgo habían detectado 12 tomas clandestinas, y se localizaron 176 en Veracruz; 37 en el estado de México; 31 en Nuevo León; 23 en Tamaulipas, y 13 en Tabasco.