Zacatecas, Zac., 16 de enero. La edad en la cual niños y adolescentes de Zacatecas comienzan a consumir drogas como mariguana, cocaína, metanfetaminas y crack, así como alcohol y tabaco, se redujo en promedio tres años durante el lustro reciente.

Según estadísticas de los Centros de Integración Juvenil (CIJ), hace cinco años los estudiantes empezaban a experimentar con drogas entre los 13 y 14 años de edad, es decir, en el primero segundo año de secundaria, pero ahora lo hacen a los 11 o 12 años, cuando cursan quinto y sexto grado de primaria.

El problema es más grave entre los menores que no acuden a la escuela por pobreza y desintegración familiar, como ocurre en de colonias marginadas de Fresnillo, Guadalupe y la capital del estado, donde los niños prueban alcohol y tabaco desde los nueve o 10 años, en promedio,

Pedro Rodríguez de la Torre, director del CIJ de Zacatecas y docente en la Escuela de Psicología de la Universidad Autónoma de Zacatecas, señaló que con base en las cifras de población atendida por dichos organismos el año pasado, 22 por ciento de los niños y adolescentes de Zacatecas que comienzan a consumir alcohol y tabaco tienen 10 años o menos; 46 por ciento, de 11 a 15 años de edad y el resto, 32 por ciento, entre 16 y 20 años.

Esto significa que sólo en el CIJ de la ciudad de Zacatecas, donde se atendió a 180 menores el año pasado, 36 no tenían más de 10 años.

Por tipo de droga, 72.5 por ciento de los consumidores de mariguana en Zacatecas eran niños y jóvenes en los mismos rangos de edad.

En cuanto al crack, 44.2 por ciento de los jóvenes de Zacatecas reportaron haberlo usado alguna vez. La media nacional es de 37.8 por ciento.

Lo más grave es el creciente consumo de cocaína entre menores de edad, que en 20 estados supera la media nacional (de 55.3 por ciento). Al finalizar 2010, Zacatecas se ubicó entre las siete entidades con mayor consumo de cocaína, con 68.8 por ciento. Arriba están Durango, Sinaloa, Jalisco, Oaxaca, Guerrero y Chihuahua, este último con 79.8 por ciento.

En primaria, explicó Juan Antonio Castro Escobedo, director del programa Escuela Segura de la Secretaría de Educación y Cultura estatal, la incidencia de adicciones es mayor entre varones, pero al llegar a secundaria y preparatoria las cifras de mujeres y hombres se igualan, al igual que su participación en actos de violencia.

Las causas, indicó Castro Escobedo, son diversas, pero la más seria, según maestros y asesores educativos, es la violencia intrafamiliar. Paradójicamente, dijo, los mentores no hallan qué hacer, pues ahora el maestro tiene miedo de involucrarse. Si le llaman la atención a un niño o adolescente ya no se sabe cómo reaccionarán, pues es frecuente que reten a sus maestros, incluso a los golpes. Y en contraparte, muchos padres de familia ya no permiten que los maestros intervengan, afirmó.